
Opinión Nubia Barrios
El mes se llena de orgullo nacional, mariachis, desfiles patrios, gastronomía mexicana, pirotecnia es lo que nos distingue.
En este mes se conmemora la Independencia de México que inicia hace 215 años, justo el 16 de septiembre de 1810, quien inicia a través de Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor, conocido comúnmente como “el Cura Hidalgo”, desde entonces, el clero ya intervenía en las decisiones políticas, sociales y militares del país.
En este mes de septiembre la mayoría de las casas y calles se visten de banderas de México, el mes se llena de orgullo nacional, mariachis, desfiles patrios, gastronomía mexicana, pirotecnia es lo que nos distingue.
¿Quién puede negarse ante la invitación de degustar un delicioso pozole o un chile en nogada, ambos platillos representativos en estas épocas?
Todo ello nos brinda identidad nacional, nos hace sentirnos por única ocasión conectados a un mismo sentimiento que nada tenga que ver con un partido político ni con alguna ideología en particular, porque todos, absolutamente todos festejamos el hecho de ser mexicanos y aquí no caben renglones verticales de izquierda o derecha porque lo verdaderamente relevante es que estamos inmersos dentro de un país que nos sostiene, no las personas que lo dirigen, el país per se.
Y cabe aquí la pregunta, si hace 215 años celebramos la independencia de este maravilloso país que nos nutre, ¿realmente honramos esa libertad? Como mexicanos, como ciudadanos, como vecinos, como compañeros de trabajo, como cohabitantes, es una pregunta que invita a la reflexión porque a través de la historia, las posturas ideológicas han existido y existirán porque es lo que nos distingue unos de otros, sin embargo, considero que tanto al que gobierna como al gobernado, se le ha olvidado que un o una dirigente lo hace (o debe hacerlo) para quienes votaron y para los que no votaron por él o por ella también, que las divisiones partidarias en su sentido más amplio fraccionan no sólo el entorno político sino social y eso afecta directamente a los votantes pero a lo que aún no lo son también, porque tal división no se dirime más que con violencia y como bien sabemos, la violencia genera aún más coacción.
Este año en el que especialmente nuestros compatriotas han sufrido por estar lejos de su país, es un buen momento para reflexionar sobre la LIBERTAD que gozamos, privilegio otorgado no a todos los países del mundo en la actualidad.
Septiembre es un mes en el que desde las escuelas que lo celebran, invita a cada ciudadano a valorar y respetar el sentido de pertenencia e identidad, atesorando nuestras raíces, pero también respetando la diversidad de opiniones y la diversidad cultural que existe en nuestro país.
Es lamentable que quienes nos representan en las Cámaras Altas desde tribuna no respeten y honren dicha identidad y diversidad de opiniones por el sólo hecho de ser nuestros representantes, pero ¿Cuándo algún político nos ha definido? Pensemos en huracanes, terremotos y siniestros naturales en los que miles de mexicanos hemos salido a tendernos la mano por el sólo hecho de cohabitar el mismo cielo.
Es un buen momento para sentirnos orgullosos y enaltecer a este maravilloso país y salir al clamor ondeando nuestra hermosa bandera. ¡Viva México!