Resistencia a la realidad

Víctor Manuel Silva Galaviz.
Víctor Manuel Silva Galaviz.

Por estarnos quejando de la educación a distancia y la incertidumbre que reina en la comunidad escolar, estamos quedándonos ciegos a la ‘nueva normalidad’. Una cosa que debemos aceptar es que mientras no exista una vacuna para el Covid-19, la cuarentena en las escuelas será una constante; es imposible saber en este momento cuándo regresaremos … Leer más

Por estarnos quejando de la educación a distancia y la incertidumbre que reina en la comunidad escolar, estamos quedándonos ciegos a la ‘nueva normalidad’. Una cosa que debemos aceptar es que mientras no exista una vacuna para el Covid-19, la cuarentena en las escuelas será una constante; es imposible saber en este momento cuándo regresaremos a las clases presenciales.

Esteban Moctezuma, secretario de Educación, ha mantenido su postura de atender a las autoridades sanitarias, por lo que solo los municipios que estén en semáforo verde regresarán a las aulas, sin embargo, la mayoría de los ‘municipios de la esperanza’ optaron por no volver a los planteles el pasado 17 de mayo, ya que seguimos sin acatar las indicaciones de las autoridades.

La ‘nueva normalidad’ nos pide filtros sanitarios, lavado constante de manos, respetar la sana distancia dentro de los salones y también en los espacios comunes, usar cubrebocas (los cuales la inmensa mayoría no cumplen las especificaciones sanitarias); además, queda claro que cuando se detecte un alumno contagiado del Covid19, se pondrá en cuarentena todo el plantel de manera inmediata.

Entonces, creer que esto va a pasar mañana o en septiembre es una fantasía, así como resitirse a la digitalización de los procesos escolares, no capacitar y formar competencias de educación en línea a nuestros docentes, no tener una infraestructura robusta de conectividad, resistirse al uso de las cámaras en las videoconferencias, esconderse tras un montón de tareas, trabajos y sobre todo, el abandono de los libros de texto, estos son síntomas de querer vivir en el pasado.

Un ejemplo claro es la cantidad de recursos económicos que gastan los gobiernos estatales en la donación de los uniformes escolares, así como los padres de familia en las escuelas de sostenimiento privado; este gasto es obsoleto en la educación a distancia. ¿Para qué invertir en algo que el alumno no sabe cuándo lo va a utilizar y que en cualquier momento lo arrumbará a falta de clases presenciales? Sería mejor utilizar estos recursos en Tic’s para hacer amenas las clases a distancia y así incluir materiales didácticos digitales.

No importa lo que mejoremos en educación, todo ya está caducado por la realidad, hacer cosas diferentes para una era diferente y unos alumnos que son nativos digitales.

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