¿Qué significa ser espiritual?

No es la ropa que usas, ni las ceremonias que realizas o la meditación que haces. No es lo que comes, ni lo que bebes, tampoco es con quien tienes relaciones. Se trata de comprender y estar verdaderamente de acuerdo con la realidad.

Con el tiempo me he dado cuenta que generalmente la mayoría de las personas relacionan la paz, la meditación y la no violencia a los allegados a una religión, creencia o con una filosofía de vida.

De hecho, muchos piensan que los símbolos como los rosarios, las medallitas, un rostro sonriente, entre otras cosas, son todo lo que hace falta para ser espiritual.

En la historia de la humanidad, la religión pareciera engendrar brutalidad. Recordemos las cruzadas: la discriminacion por pertenecer a un grupo, incluso en la actualidad, la violencia religiosa domina las noticias.

Suele suceder que nos encontramos con personas que preguntan “¿qué es lo que hace que una persona se pueda decir espiritual?” Esta es la pregunta más difícil de responder. Si la persona está realmente interesada, una respuesta completa requiere mucho más que eso.

Ser espiritual es aceptar los siguientes cuatro condiciones: Todas las cosas materiales no son permanentes; todas las emociones no ordenadas son sufrimiento; todas las cosas carecen de existencia inherente y la felicidad está más allá de los conceptos.

Tradicionalmente son como sellos, como un distintivo que confirma la autenticidad. El mensaje que contienen los cuatro sellos es para ser entendido literalmente, no metafóricamente ni místicamente, y es para ser tomado en serio.

Al reflexionar un poco nos damos cuenta que no tienen nada de moralista o ritualista. No se dice nada acerca de conductas buenas o malas. Podríamos decir que son verdades seculares basadas en la sabiduría, y la sabiduría es la principal preocupación de un espiritual. La moral y la ética son secundarias.

A grandes rasgos, la sabiduría proviene de una mente que posee una «correcta visión», es esta visión la que determina nuestra motivación y nuestra acción. Si no puedes aceptar que todas las cosas son compuestas y no permanentes, entonces no eres espiritual.

Si no puedes aceptar que todas las emociones son sufrimiento, si crees realmente que algunas emociones son solo placer y nada más, entonces no eres espiritual.

Si no puedes aceptar que todos los fenómenos son ilusorios y vacíos, si crees que ciertas cosas existen de manera inherente (por sí mismas), entonces no eres espiritual.

Y si piensas que la felicidad existe dentro de las esferas del tiempo, el espacio y el poder, entonces no eres espiritual.

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