Millones de mexicanos contienen hoy su respiración
El resultado electoral de hoy en EEUU marca el inicio de una nueva era en las relaciones bilaterales.
Mientras millones de estadounidenses acuden hoy a las urnas para elegir a su próximo gobernante, millones de mexicanos contienen su respiración. La elección entre el republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris no es solo un asunto interno de Estados Unidos; es un evento que marcará el rumbo de México en los próximos años porque las propuestas de ambos prometen sacudir los cimientos de la economía, las políticas migratorias y la seguridad nacional estadounidenses.
Si Trump resulta el ganador, es casi seguro que se endurecerán las políticas comerciales y migratorias de EEUU. Sus promesas de aranceles elevados a los productos hechos en México y deportaciones masivas plantean serios desafíos para la economía mexicana. Un estudio de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA) sugiere que bajo estas políticas el PIB de México podría sufrir una contracción de hasta el 16.3% para 2028. También es probable que la cooperación en infraestructura fronteriza y desarrollo regional quede en segundo plano, afectando a sectores como el automotriz y manufacturero.
Por otro lado, una victoria de Harris podría significar un enfoque más moderado, pero no exento de retos. Su propuesta de revisar el T-MEC y fortalecer las cadenas de suministro regionales podría beneficiar a ciertos sectores, pero también implicaría ajustes significativos en las políticas laborales y ambientales de México. Para sectores como el textil o agrícola, esto podría traducirse en mayores exigencias regulatorias y costos de producción más elevados.
En materia migratoria, ambos buscarán que México asuma un papel más activo en la contención de flujos migratorios. La diferencia radica en el enfoque: mientras Trump aboga por medidas más drásticas, Harris propone un sistema que ella describe como “justo y seguro”.
La seguridad es otro tema crucial. Las propuestas de Trump de posibles incursiones militares contra los cárteles contrastan con el enfoque de Harris de mantener el Diálogo de Alto Nivel sobre Seguridad. En cualquier caso, el gobierno mexicano enfrentará presiones para intensificar la lucha contra el crimen organizado, con demandas específicas sobre extradiciones y acciones policiacas en zonas críticas.
Ante este panorama, la preparación de México para enfrentar estos desafíos dependerá de la capacidad de su gobierno para fortalecer la economía, diversificar sus relaciones internacionales y construir un consenso interno sólido, lo cual bajo las actuales circunstancias no será fácil debido a que las políticas de Andrés Manuel López Obrador no contribuyeron a generar un crecimiento económico significativo, aislaron al país del mundo, sobre todo de los países desarrollados, y propiciaron una polarización de los mexicanos que dificulta cualquier consenso.
El resultado electoral de hoy en EEUU marca el inicio de una nueva era en las relaciones bilaterales. México deberá estar listo para navegar aguas turbulentas, sea cual sea el resultado. La habilidad del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum para adaptarse y responder estratégicamente a estos cambios definirá el futuro económico y geopolítico del país.
La cuestión fundamental es cómo responderá México a los desafíos y oportunidades que el resultado traiga consigo.
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