La “valentía” y Punto Final

Pablo Torres Corpus.
Pablo Torres Corpus.

No quiero sonar viejo, pero pertenezco a la primera generación que utilizó Twitter como red social, micro blog y escaparate expresivo. Entonces, Twitter era una plataforma de libre expresión, se leía y se conocía de todo, pero no con tanto radicalismo, desde luego que había corrección política, fanáticos, cobardes y “valientes”, pero no eran mayoría. … Leer más

No quiero sonar viejo, pero pertenezco a la primera generación que utilizó Twitter como red social, micro blog y escaparate expresivo.

Entonces, Twitter era una plataforma de libre expresión, se leía y se conocía de todo, pero no con tanto radicalismo, desde luego que había corrección política, fanáticos, cobardes y “valientes”, pero no eran mayoría.

Con el paso del tiempo, Twitter dio la vuelta y los fanáticos políticamente correctos, agresivos anónimos y valientes parecen ser mayoría, principalmente aquellos que retan abierta y decididamente a personajes públicos.

Todos los días reviso esta red social y soy testigo de estos odiosos profesionales y “valientes” sin rostro.

Sin embargo, al observar un poco más a detalle las características de estos “valientes” agresivos, he encontrado dos variables, prácticamente dos fórmulas.

Primera: a menor posibilidad de que el agredido lea el tweet en contra, mayor es la beligerancia y agresividad del emisor.

Segunda: entre mayor anonimato tengan el emisor, más “valiente” es.

Un ejemplo de la primera: revisar cuántos millones de tweets hay cargados de ira (con razón o sin razón) contra Donald Trump, el expresidente Peña Nieto o Messi; por mucho odio que manifiesten, la posibilidad de que alguno de los personajes públicos los lean es bajísima.

Y en el remoto caso de que los lean, no le darían ni la más mínima importancia.

Ser valiente sin posibilidades de respuesta no es ser valiente, simplemente es ser exhibicionista y protagonista de un monólogo de segundos.

Muy distinto sería si esa valentía o esos tweets se enfocaran en personas más cercanas.

He visto miles de tweets contra figuras públicas de gran escala, pero apenas he leído dos contra personajes cercanos, aquellos que pueden responder o que nos podemos encontrar en la calle.

Y como descripción de la segunda característica y complemento de la primera, les puedo asegurar que entre mayor es el anonimato, más agresivo se es. ¿Por qué? porque simple y sencillamente desde el anonimato no se tiene nada que perder y mucho que ganar, por ejemplo: crear inestabilidad y descargar sus traumas y filias culposas.

Punto Final

Bienvenidas todas las expresiones directas, porque ser “valiente” sin dar la cara o sin posibilidad de arriesgar algo no es ser valiente, simplemente es protagonismo gratis.

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