La economía en el sexenio lopezobradorista

Jairo Mendoza. Enfoque joven
Jairo Mendoza. Enfoque joven

A cuatro años del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha mantenido cierta estabilidad financiera y los márgenes de endeudamiento han sido racionales.

Es difícil opinar de la economía de un país, después de que una pandemia mundial arrasó con la economía global y que poco a poco parece dar signos de tregua, aunado, la existencia de un conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, el cual abona a la incertidumbre de los ya lacerados mercados mundiales, provocando aumentos en la inflación y afectando directamente a los inversionistas, a los mercados y al consumo en general; todo esto incrementando las especulaciones sobre una inminente recesión por parte de Europa y Estados Unidos. 

Bajo este panorama y pese a los pronósticos, en México, a cuatro años del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha mantenido cierta estabilidad financiera y los márgenes de endeudamiento han sido racionales; por otro lado, ha habido una creciente recuperación del salario, además de estímulos para la recuperación de sectores como el turístico, el automotriz y el agroalimentario; estos dos últimos, se han beneficiado con la entrada en vigor del TMEC logrando acceder en la demanda desde Estados Unidos; así mismo, se ha reiterado el respeto hacia la autonomía del Banco Central, lo cual es indispensable para mantener la estabilidad macroeconómica del país.

Por otro lado, según datos de la Secretaría de Hacienda se estima un crecimiento de la economía en el país del 4,1%, por su parte, el Banco de México estima un crecimiento del 3,2% y organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional proyectan un crecimiento del 2,8%. No obstante, el presidente ha mostrado una posición de optimismo en comparación de los datos antes mencionados, pronosticando tasas de crecimiento ambiciosas del 5% para los próximos años, esperando lograr en todo el sexenio un promedio de crecimiento anual del 2%.

En pocas palabras, y con base a las estimaciones anteriores, la recuperación de la actividad económica en el país ha sido paulatina y en el 2023 podría reflejarse aún más, a pesar de factores externos como los ya antes mencionados. 

Según el propio presidente, la principal apuesta del gobierno federal en materia económica, más allá de datos e indicadores, es que haya una mejor distribución de los ingresos entre las clases sociales para así lograr aminorar la desigualdad y la pobreza; así mismo, el combate a la corrupción y la disminución del gasto corriente han sido de sus principales banderas. 

La realización de obras como el Tren Maya, la construcción de la refinería en Dos Bocas, la compra de la refinería Deer Park, en Texas y el recién inaugurado Aeropuerto de Santa Lucía, podrían ayudar a incentivar la activación económica del país. 

Finalmente, creo que los principales retos en materia económica están en el combate a la incertidumbre y a la informalidad, y por otro lado en el fortalecimiento de las pymes y mipymes, para ello, se debe de reforzar la política económica, consolidar el manejo del presupuesto federal para lograr eficientar el gasto público, para así incrementar la inversión tanto pública como privada, evitar la contratación de créditos que comprometan las finanzas e incentivar al emprendedurismo para poder generar mayor empleo y mayor derrama económica.

 




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