2023, año de actividad electoral

Jairo Mendoza.
Jairo Mendoza.

La reforma electoral que actualmente se discute en las cámaras parlamentarias contempla la posibilidad de que el proceso electoral inicie en el mes de noviembre de este mismo año.

Este año será marcado por el inicio del proceso electoral para renovar al ejecutivo federal y por las elecciones para las gubernaturas en el Estado de México y Coahuila, así como a sus respectivos legisladores locales.

De acuerdo con la normatividad vigente del Instituto Nacional Electoral (INE), el proceso electoral inicia con la sesión del Consejo General de dicho instituto, la cual se tiene prevista desarrollarse durante la primera semana del mes de septiembre del año en curso, y con la cual se declarará el arranque de este proceso electoral; posteriormente, hasta el primer domingo del mes de junio del 2024 se pretende llevar a cabo la jornada electoral, concluyendo con los trámites de los últimos medios de impugnación y previamente con la entrada en funciones de los organismos públicos electos por la ciudadanía (como es el caso del Poder Legislativo).

Al respecto, es importante considerar los siguientes factores: por primera vez en la historia el Poder Ejecutivo comenzará sus funciones el 1° de octubre y no el 1° de diciembre del 2024 (como ha sido la costumbre) esto derivado de la reforma aprobada en el 2014 donde se acorta el periodo de transición entre presidentes y que por lo mismo se prevé que el actual sexenio concluya el 30 de septiembre del 2024; por otro lado, la reforma electoral que actualmente se discute en las cámaras parlamentarias contempla la posibilidad de que el proceso electoral inicie en el mes de noviembre de este mismo año y no en septiembre como se tiene preestablecido; por otra parte, el artículo 105 dispone en su fracción II que no podrán hacerse modificaciones legales fundamentales al orden jurídico electoral, dentro de los 90 días previos al inicio del proceso electoral.

No dejemos de lado que también para este mismo proceso electoral, se designarán mayores recursos hacia los Partidos Políticos, según lo establecido en el artículo 41 constitucional, al igual que a las instituciones electorales para su debida intervención. De la misma manera, se contempla la asignación de mayores recursos para prerrogativas y para propaganda en medios de comunicación. No obstante, se prevé una mayor fiscalización de los recursos públicos y la modificación de las conductas hacia los actores políticos que pretendan ocupar cargos de elección popular (por ejemplo, la separación del cargo con antelación en tiempo y forma, dependiendo de cada caso).

En síntesis, para finales de este año y según los escenarios políticos que se generen posteriores a la aprobación de la reforma electoral, se dará inicio formalmente al proceso electoral particularmente para la sucesión presidencial, donde seguramente para aquellas fechas ya tendremos una mayor claridad de quiénes serán los contendientes de los distintos partidos que intentarán suceder al actual presidente Andrés Manuel López Obrador.

Esperemos que sea un año para bien de todas y todos, y que independientemente de los contextos estemos listos para participar en aras de abonar a nuestra democracia.




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