Una segunda opinión

Al recibir el diagnóstico de una enfermedad, sobre todo si es grave, es importante considerar consultarlo con alguien más.

Es muy importante que cuando se diagnostica una enfermedad mortal como es el caso del cáncer, se haga todo lo posible por buscar una segunda y a veces hasta una tercera opinión.

El otro día platicando con una amiga de fuera, me contó que su esposo tuvo que ir al doctor porque traía una espina atorada de un pescado que se comió. Fue al gastroenterólogo y le hizo una endoscopía para ver bien lo que tenía y de paso el doctor le pidió permiso de que si podía bajar el estudio por el esófago. Al ir bajando se dio cuenta que tenía una bolita y le dijo que se requería realizar una biopsia.

A los pocos días le dio el diagnóstico del laboratorio y resulta que era canceroso y que requería de un tratamiento de quimioterapias.

Todos sabemos lo que son las quimioterapias, y que por curar el cáncer merman muchísimo la salud del paciente, sabemos que se les cae el pelo, se debilitan con exageración, se les queman las venas por donde  pasa el tratamiento, tienen naúseas, en fin, su vida diaria un giro de 180 grados.

Mi amiga y su esposo, por un consejo de un hermano de ella que es doctor, mandaron la biopsia a otro laboratorio y patólogo que él consideraba mucho mejor, y cuál fue su sorpresa de que no era nada, se habían equivocado. La verdad no sabían si reír de alegría o llorar del coraje.

Lo que me pone a pensar es que no es posible que haya tales equivocaciones y que los laboratorios no acierten en una cosa tan grave como el cáncer. Yo sé que nadie es perfecto, pero si son laboratorios autorizados no se pueden equivocar, sobretodo en estos casos tan delicados de vida o muerte.

Mis amigos como personas pensantes decidieron buscar otra opinión, pero lo que da tristeza es que exista tanta gente que por ignorancia o por pobreza se queda con el primer diagnóstico que muchas veces es equivocado y que pueden suceder dos cosas; si les dicen que el resultado es negativo, ya no intentan buscar otra opinión; o si les dicen que si existe enfermedad aunque no la haya, se someten a tratamientos que los pueden llegar a matar.

No estoy acusando a nadie pero hay que reflexionar y ver porque existen esta clase de diagnósticos equivocados, porqué los laboratorios no hacen una segunda prueba en este tipo de enfermedades. Y sobre todo si tenemos a alguien cercano que sea diagnosticado con una enfermedad tan grave hay que recomendarle que busque una o más opiniones y si no tiene los recursos apoyarlos nosotros o buscar apoyo entre nuestros conocidos.




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Isabel Orendain

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