Sueños cumplidos

El mundo actual tiene muchas posibilidades para salir de la pobreza y la ignorancia, solo es cosa de buscar y de movernos.

Tengo varios casos de personas muy cercanas que se han superado por salir de su pobreza e ignorancia.

La primera es una muchacha que trabajaba como secretaria en una escuela de señoras con posibilidades, ella me comentó que al ver que todas iban muy arregladas y con unos coches muy bonitos se dio cuenta de que había otro mundo porque su papá toda la vida les decía que nunca iban a salir de su mediocridad, que era muy difícil; ella al ver a todas estas señoras quiso ser como ellas se metió a cursos de masaje se compró su coche y al trabajar en un hotel se hizo amiga de unos canadienses y ha viajado con ellos por muchos países .

Otro caso es de una señora que conocí que era muy pobre de niña y por ver una recámara bonita en un aparador, la motivó a querer vivir mejor y ahora es una de las empresarias más grande de su ciudad.

La muchacha que trabaja conmigo tiene un hijo que por ir a un viaje de la escuela en primaria a Michoacán vio que había otro mundo y, esto le motivó a querer estudiar más y ahora es abogado y trabaja en el gobierno.

Un caso que de verdad me encanta es el de Horacio Franco que acaba de venir a dar un concierto a Zacatecas y es considerado el mejor flautista del mundo, les paso su historia tal como viene en una página de internet:

Hijo de un bartender de cantina tradicional mexicana y de un ama de casa que fue trabajadora doméstica, Horacio Franco tuvo su primer contacto directo con la música de concierto a los 11 años, cuando una compañera de la secundaria oficial en que estudiaba, ejecutó al piano una pieza de Mozart. En ese momento decidió que sería músico.

Desde aquel 1974 a la fecha, Franco se ha construido a sí mismo a su paso por escuelas e instituciones y a sus 59 años, ya nadie duda de su importancia en la escena musical mexicana y mundial. Cuando decidió que la música era el camino por el que quería andar la vida, Horacio no podía ni soñar con un piano en casa, pero descubrió que tenía especial facilidad para la flauta (instrumento obligatorio en la mayoría de las secundarias urbanas del país), de modo que buscó estudiarla formalmente en el Conservatorio.

Pero no existía la carrera de flauta…

El camino entonces, fue comenzar con el violín.

Cuando se enteró de que el profesor de dicho instrumento (que le había hecho ver que no tocaba bien el violín) era el director de la Orquesta de Cámara del Conservatorio, se presentó a un ensayo diciendo que él quería tocar ahí. Sacó su flauta del estuche y tocó a Vivaldi. Eso le permitió ganarse el derecho de tocar su primer concierto a los 14 años, en el Palacio Nacional de Bellas Artes.

A los 17 años, se fue a estudiar a Holanda con los mejores profesores del mundo, gracias a un premio que ganó por escribir un ensayo sobre el músico barroco alemán Telenann. A los 21 había terminado la maestría.

Toca lo mismo en el Carnegie Hall o con la Filarmónica de Berlín, que en una secundaria de Iztapalapa.

En estos conciertos para los muchachos y muchachas mexicanos de entornos marginales o semi-marginales, lo que desea “es hacer reflexionar a los jóvenes sobre el talento, la pasión y el trabajo. Les cuento que yo a los 11 años me percaté de que tenía talento para la flauta y escuchar a una chica tocar el piano cambió mi vida; en ese momento decidí ser músico. A ellos les digo: “Date cuenta de para qué sirves y de qué te gusta, porque así vas a conocer tu profesión”.

Hay que reflexionar y ver que el mundo actual tiene muchas posibilidades para salir de la pobreza y la ignorancia, solo es cosa de buscar y de movernos; siempre he comentado en este espacio que la vida no es un juego y que lo bueno cuesta, por eso de verdad ahora el que no quiere realizarse y mejorar su vida es por pura pereza y por no querer salir de su zona de confort.




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Isabel Orendain

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