Querer tener hijos perfectos

Hay que ser mas flexibles, pobres niños, deja que sean felices, no les exijas tanto, relájate, que no tengan ocupadas todas sus tardes, disfrútalos.

Hoy en día me he fijado que muchos papás quieren que sus hijos sean perfectos, que sean los mejores en el colegio, los mejores en su deporte, que coman orgánico, que no coman mucho dulce, que sean los mejores tocando un instrumento. Pobres niños, hay que dejar que vivan su infancia, y como generalmente nada más las familias actuales tienen dos hijos, toda la atención está sobre ellos, les doy un consejo, ¡ padres dejen que sus niños sean felices!

Hay que ser mas flexibles, pobres niños, tampoco hacer las cosas al ¡ay se va!, sí hay que exigirles buenas calificaciones y buenos resultados en lo que hagan, que no sean flojos, pero que sean perfectos y hagan todo perfecto tampoco, ni nosotros somos perfectos.

Hay que ser realistas y darnos cuenta que tu hijo no es un Mozart, o un Pelé, o una Lorena Ochoa, sí hay que apoyarlo y exígirle, pero no le quites todas sus tardes, no los llenes de clases. Un amigo de mi hijo de la primaria, nunca iba a las fiestas, a veces iba solo un ratito, la mamá lo que decía era que por sus clases de tenis, y el niño se perdía de todas las fiestas y principalmente de la convivencia y de la amistad de sus compañeros. Pobres hijos, deja que sean felices, no les exijas tanto, relájate, que no tengan ocupadas todas sus tardes, disfrútalos.

Reflexiona y piensa que tu actitud es una especie de fuga para no educarlos ni estar con ellos, o a lo mejor te quieres proyectar en ellos; no te los quites de encima, acepta tu rol de padre , acéptalos como son, edúcalos, toma el reto, piensa en el tiempo de cuánto deseabas tener un hijo, ya que los tienes pasa el mayor tiempo con ellos, la vida se pasa muy rápido, ojalá no te arrepientas.

Psicólogos especializados en la infancia afirman que la consecuencia más complicada de esta conducta de querer hijos perfectos, es la baja autoestima de ellos, debido a que lo que sienten, es que no puede satisfacer a los demás. También afirman que es muy importante ayudar al niño a manejar la presión que le impone el mundo actual, pues cuando se les exige más de lo debido, se pueden desencadenar una serie de respuestas negativas de su organismo como: alteraciones digestivas, dolores de cabeza y hasta úlceras.
Es muy probable que si el niño a pesar de esforzarse no logra satisfacer a quienes lo rodean puede llegar a extremos como comer mucho, o comer tan poco llegando a enfermarse de bulimia o anorexia.

Tristemente en muchos casos, esta exigencia e intolerancia de los padres lo puede llevar a conductas como el abuso de drogas y alcohol, mediante la falsa creencia de que en este entorno será admitido tal y como es.

No se les debe exigir a los niños desde los parámetros de un adulto.

Algunos tips para saber si le estas exigiendo de más a tus hijos:
— Presionas a tus hijos, para que realicen actividades de las que no disfrutan.
— Le exiges desmedidamente un alto rendimiento académico, valorando más los resultados que al niño.
— Les pides que controlen sus impulsos o que dejen de expresar sus sentimientos como la tristeza o el llanto.
— Los obligas a comportarse como adultos en determinadas circunstancias sociales y a dejar de comportarse como niños.

Consejos:
1. Tener expectativas realistas frente a lo que el niño puede hacer, esto no significa que no se deban poner límites claros.
2. Permitir que desarrolle libremente su personalidad y reforzar sus habilidades.
3. Mantener un dialogo constante con ellos, hablar sobre sus problemas y ayudar a resolverlos.
4. Si sientes como padre que no hay solución a los problemas, puedes buscar asesoría de un profesional, que oriente y ayude en este proceso ya que ésto puede llegar a ser tan perjudicial para el niño como para ustedes.




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Isabel Orendain

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