Hijos gorditos rechazados

Con esta cultura del cuerpo tan arraigada, cuántos de nosotros hemos echado esas miraditas de desprecio especialmente a nuestros hijos.

Vivimos en una época en donde el culto al cuerpo está siendo cada vez más frecuente. Los mensajes que vemos en todos los medios de comunicación, en los anuncios publicitarios; están llevando a la mentalidad de que estar delgados es casi casi una obligación y a la mentalidad de rechazar al que esta gordito y a pensar que ellos no son dignos de este mundo.

Es muy triste que  dentro de nuestras familias estemos cayendo en esta moda tan injusta y que ya estemos discriminando, muchas veces sin darnos cuenta, a nuestros propios esposos, hijos, sobrinos, nietos por no estar delgados.

Con esta cultura del cuerpo tan arraigada, cuántos de nosotros hemos echado esas miraditas de desprecio especialmente a nuestros hijos; y como no queremos tener hijos gorditos se lo estamos insinuando con indirectas o si no se los decimos directamente cada que podemos.

Los hijos se dan  perfectamente cuenta de este rechazo; cada quien sabe cuando alguien te está viendo con ojos de crítica y de no aceptación. Lo que se siente es una inseguridad y rechazo que al momento daña la autoestima, pero que con el tiempo va a desencadenar en una autoestima muy baja.

A los hijos hay que quererlos por como son, no por cómo se ven. Ellos lo sienten, sienten la crítica y el rechazo, y ¿qué pasa? que su autoestima cada vez está más por los suelos llegando a comportamientos extremos de alcoholismo, drogas, anorexia, bulimia y en algunos casos el suicidio.

Hay que reflexionar y pensar qué es lo que logramos con todo esto; que tristeza que en la familia tengamos este tipo de situaciones, que caigamos en las garras de la moda; llegando esto a ser mas importante que la persona que es mi hijo, mi hija, un sobrino, un nieto.

¡Cambiemos hoy de actitud! La familia tiene que ser el lugar en donde las personas se sientan a gusto y felices, amémoslos y dejemos de molestarlos. Es fundamental potenciar su autoestima, y que de verdad sientan que los queremos y valoramos por como son por adentro y no por su apariencia física.

Quiero destacar que ya si el problema es obesidad, por salud si es conveniente ver a un especialista, pero sin rechazos, miraditas o violencia verbal.

Si necesitan de verdad perder peso por razones de salud, hay que hacerlo siempre con un estricto control médico.




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Isabel Orendain

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