El fútbol y la vida

Reflexión: muchos ya estamos en el segundo tiempo del partido de nuestra vida, qué vamos a hacer por nuestra familia por nuestros hijos, por la sociedad, por los demás.

Ahora que estamos viviendo el mundial de fútbol de Qatar, estaba oyendo una comparación del Padre Ángel Espinosa de los Monteros que hace sobre el fútbol y la vida y me gustó compartirla con ustedes,  más o menos decía esto:

Cuando uno ve un partido de fútbol y ves que los jugadores no le están echando ganas, están mandando la bola hacia atrás, van perdiendo o van empatados y necesitan ganar para pasar a la siguiente ronda,  qué desesperación no se sabe si están vendidos, si han decidido empatar, si se apalabraron con el otro equipo; lo único que se vislumbra son actitudes de desgana, de pereza mientras nos están ganando.
El nos pone a reflexionar pues nos pregunta qué estamos haciendo, ya que muchos ya  estamos en el segundo tiempo del partido de nuestra vida, que qué vamos a a hacer por nuestra familia por nuestros hijos, por la sociedad, por los demás. Nos invita a echarle ganas pues lo único que tenemos es el tiempo que tristemente se pasa rapidísimo y a examinarnos y reflexionar si estamos jugando nuestra vida a tope, cómo se suele decir a una sola carta, si estamos poniendo todo de  nuestra parte y preguntarnos cómo van las cosas en mi familia, en mi casa, en mi negocio. Si no van tan bien preguntarnos si es  porque estoy jugando desanimado, porque no me he propuesto ganar, porque no me he propuesto dar lo mejor de mí, por desgana, pereza,  desidia, falta de ilusión y de entusiasmo.
Nos hace reflexionar que en la vida no nos podemos salir , cómo tampoco de un partido de fútbol, pues somos irrepetibles, únicos,  tenemos una misión que no se puede transferir a nadie.
Nos invita a que vivamos la vida conscientes de qué pasa muy rápido y que cuando estemos muriendo en la cama y estemos pensando ¿porqué no dimos más amor? ¿porqué no amamos más a Dios?, ¿porque no le dijimos a nuestro esposo o esposa más veces que te quiero?,  ¿porqué no salí más?, ¿porque no dediqué más tiempo a mis hijos?, ¿porqué no me di cuenta de que tenía un tiempo limitado?; ahora que estamos conscientes, ahora que estamos bien de la cabeza, de salud , nos invita a poner todo el entusiasmo a nuestra vida y que ojalá no llegue el momento en que nos podamos arrepentir y ya no podamos hacer nada por cambiar.



Más noticias

Isabel Orendain

Contenido Patrocinado