Grandes lecciones

Víctor Manuel Silva Galaviz.
Víctor Manuel Silva Galaviz.

A ocho meses del inicio de la educación a distancia que se ha prolongado ya durante dos ciclos escolares, se tienen, sin duda, grandes lecciones en materia educativa, y desafortunadamente con muy pocos aprendizajes. No hemos podido integrar de manera exitosa a los docentes, alumnos y padres de familia con la nueva normalidad. Al inicio … Leer más

A ocho meses del inicio de la educación a distancia que se ha prolongado ya durante dos ciclos escolares, se tienen, sin duda, grandes lecciones en materia educativa, y desafortunadamente con muy pocos aprendizajes.

No hemos podido integrar de manera exitosa a los docentes, alumnos y padres de familia con la nueva normalidad.

Al inicio de la educación a distancia parecía una oportunidad para crear acuerdos y valores entendidos entre docentes y padres de familia con el fin de tender puentes por los cuales transitaria el alumno hacia un encuentro con los aprendizajes esperados y la adopción de las competencias propuestas por los programas y planes educativos. Esto ya no es así; existe un gran hastío de las medidas restrictivas que la sociedad en general ya realiza con total cotidianidad, y en este contexto, la escuela sigue siendo la gran excepción. Ya nadie cuestiona cómo mejorar, ni lo más importante, ¿qué hacemos para que regresemos a las aulas? Lo que nos importa es cumplir con el menor esfuerzo y obtener la mayor calificación aprobatoria, donde los dieces ya no son aspiracionales y menos necesarios.

Con base a las evaluaciones del primer trimestre, es responsabilidad de los docentes crear las mejoras necesarias que consideren alcanzables con sus alumnos, en su mayoría estas están dirigidas al papel que desempeñan los padres de familia ante este compromiso de aprender con sus hijos para poder apoyarles, y para lo anterior, además de tiempo, se requiere de mucha paciencia y ganas de volver a la Nueva Escuela, ahora ya como padres, compañeros de clase, tutores, docentes y apoyo psicológico, todos los anteriores roles en una sola persona que casi siempre es la madre, que además de todas las tareas, hay que sumar las responsabilidades que desempeña en el hogar y trabajo, ya que por inercia a la mujer mexicana cada vez que gana un derecho, no pierde ni comparte una responsabilidad, sino que se le suma a todo lo anterior que ya tenía.

Entonces, ¿quién se va atrever a reconocer y evidenciar que lo que estamos haciendo tiene muchas áreas de oportunidad? Para que de ahí comencemos a mejorar la educación a distancia, lo productivo es buscar soluciones, no culpables.




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