Gobernar: Conocer, hacer y dar ejemplo

Simitrio Quezada.
Simitrio Quezada.

No puede dar peras el olmo, nadie da lo que no tiene. Con la pura voluntad (o el puro amor) no basta.

Entre Aristóteles y Solón se sitúa la autoría de la frase “Para saber mandar, hay que saber obedecer”. Es consigna tan antigua como las grandes civilizaciones forjadoras de cultura, ciudadanía y gobierno. Empero, continuamos viendo a gobernantes y “jefes” o “jefas” que ni conocen la realidad ni tienen idea del trabajo de campo a emprender día tras día en nuestro entorno. Esto además de que se ha malbaratado la palabra “líder” (ya cualquiera es nombrado o se autonombra “líder”; incluso “gran líder”).

Al designar mandos o hacer cambios en ellos, de pronto parece que algunos gobernantes prefieren pagar el favor político que hacer cumplir al perfil necesario frente a alguna responsabilidad. No es que todo se resuelva con esa idiotez de que “en realidad, al trabajo lo sigue haciendo el equipo… con, sin y a pesar del jefe”. De veras se requiere un perfil, un ejemplo y una estrategia desde la cabeza de todo organismo.

Conocer, hacer y dar ejemplo es fundamental para gobernar, para dar cumplimiento a los objetivos planteados en un plan nacional, estatal o municipal de desarrollo. No puede dar peras el olmo, nadie da lo que no tiene. Con la pura voluntad (o el puro amor) no basta.

Gobernar implica conocer. Conocer implica recorrer, dialogar, entender. Ahí radica lo medular, más que en la pregunta simplona de los xenófobos de si naciste o no, si duermes o no, en el territorio donde emprendes tu trabajo. Puedes no haber nacido ahí pero conocer, amar y vivir más ese entorno que los “propios”.

El hacer es también muy importante, especialmente ante el abuso de la idea de que, si como jefe aprendes a delegar, no tienes por qué hacer toda la chamba. Por supuesto que el jefe o la jefa tiene que aprender a hacer todo lo que hace, no tanto para que juegue dentro de la cancha sino más bien para que desde la banca comprenda lo que cada integrante del equipo debe hacer. Y sí es fundamental el ejemplo. Pobre de quien continúe pensando que ser jefe consiste en sólo dar órdenes. Y más en el servicio público.

Gobernar implica conocer, hacer y dar ejemplo. Sin coherencia, sin vivencia, es imposible. Cuando estos cimientos son demasiado fuertes y profundos, cuando han prevalecido ante diversos embates, la mella de la grilla no podrá hacer gran cosa sobre lo edificado.

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