El que parte y reparte

Hoy en la Opinión de Jaime Santoyo Castro.
Hoy en la Opinión de Jaime Santoyo Castro.

Nos encontramos, como cada año, con la expectativa de cómo se va a repartir el pastel para el año 2020 entre el Gobierno Federal, los Gobiernos de los Estados y municipios. Al Ejecutivo federal le corresponde presentar a la Cámara de Diputados su proyecto de presupuesto, para que ésta determine la forma en que se … Leer más

Nos encontramos, como cada año, con la expectativa de cómo se va a repartir el pastel para el año 2020 entre el Gobierno Federal, los Gobiernos de los Estados y municipios. Al Ejecutivo federal le corresponde presentar a la Cámara de Diputados su proyecto de presupuesto, para que ésta determine la forma en que se va a gastar el ingreso nacional, que para cubrir las grandes necesidades sociales es insuficiente.

La federación distribuye, de acuerdo a aquel refrán de “el que parte y reparte, le toca la mejor parte”. Los funcionarios estatales y municipales empiezan su peregrinar por las oficinas de acuerdo a su rango.

Los gobernadores imploran al presidente de la República y al secretario de Hacienda. Los Tesoreros Estatales a los subsecretarios y los presidentes municipales van a encomendarse a los presidentes de las Comisiones dictaminadoras y a los diputados conocidos y/o amigos, y a cuanto gestor se les ponga enfrente para que les ayuden en el propósito de lograr más. Algo parecido a la visita de los siete templos de la semana mayor.

Así ha funcionado en la práctica nuestro federalismo fiscal, pero parece que en esta cuarta transformación va a ser diferente. El Presidente ha ordenado a los legisladores de su partido, que son mayoría, que no le muevan ni un renglón a su proyecto de presupuesto, bajo advertencia de que el que no esté de acuerdo es porque es corrupto, o neoliberal. Ejerce, así, su amplio poder el presidente, frente a la “autonomía”, del Poder Legislativo.

El proyecto centraliza el uso de los recursos en las manos del Ejecutivo, y desestima las necesidades propias de las entidades que, como Zacatecas, dependen íntegramente del apoyo federal, y las condena a continuar en el atraso, disminuyendo recursos a programas sociales, como ya de plano los anunció el Gobernador Alejandro Tello y coincido con él en que no nos podemos pelear con el poder presidencial, so pena de que nos reduzcan apoyos, pero sí estimo pertinente apelar al espíritu federalista que priva en nuestra democracia para que se redefinan las bases de nuestro sistema de coordinación fiscal y se orienten a propiciar el desarrollo igualitario de las regiones sin distinguir partidarios o de otra índole, eliminando estigmas del pasado y del presente, y esa lastimosa manera de rogar y de pedir.




Más noticias


Contenido Patrocinado