El camino

Sigifredo Noriega Barceló.
Sigifredo Noriega Barceló.

El día de la madre removió sentimientos, afectos, presencias, nostalgias… y todo lo relacionado con la vida en sus variadas facetas. Quizás hemos revalorado a cada uno de los miembros de la familia durante estos días que hemos estado juntos. Nuestros padres se llevan los aplausos, no hay duda. ¿Qué va a ser de nuestra … Leer más

El día de la madre removió sentimientos, afectos, presencias, nostalgias… y todo lo relacionado con la vida en sus variadas facetas. Quizás hemos revalorado a cada uno de los miembros de la familia durante estos días que hemos estado juntos. Nuestros padres se llevan los aplausos, no hay duda. ¿Qué va a ser de nuestra familia cuando la pesadilla de la pandemia haya pasado? ¿Le estamos preparando una ‘digna’ despedida? ¿Cómo será la bienvenida a la nueva normalidad?

En el Evangelio, Jesús anuncia que su partida está cercana. Tomás, con agudo sentido común, le pregunta a dónde va. Necesita entenderlo para saber el camino a transitar y a quiénes va a invitar para que lo acompañen. El ambiente es de nervios y ansiedad en el grupo. Judas acaba de retirarse; los que permanecen en esa peculiar sobremesa no saben qué hacer; están asustados y desconcertados. Quedarse huérfanos no presagia un buen futuro y eso de que “en la casa de mi Padre hay muchas habitaciones” está fuera del alcance de su entendimiento. Felipe, más reservado que Tomás, hace otra pregunta buscando una digna salida.

La respuesta de Jesús es clara: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por mí”. Sin embargo, la duda de Tomás persiste. La fe en el Resucitado exige un largo y fatigoso proceso. Llegar al “Señor mío y Dios mío”, la firma de su confesión de fe, expresará su aceptación humilde de que Jesús es el camino, la verdad y la vida. Esto marcará su paso de discípulo a testigo y apóstol.

Ir al Padre, trabajar por ir al cielo, desear la gloria eterna… no están en la mochila de nuestros intereses. ¿A qué nos suena en el día de la madre y en la cúspide de la crisis sanitaria? Como que nos estamos acostumbrando a pensar solo a corto plazo, buscar lo inmediato, vivir al día; esperamos y pedimos soluciones rápidas, a la medida, a cualquier costo. Trascender es algo que se queda en las emociones y urgencias del momento. Sin embargo, la pregunta sobre el sentido de la vida está agazapada en nuestros anhelos y luchas de cada día. Lástima que nos conformemos con las avenidas, veredas y atajos que nos ofrecen los mercados de la felicidad de nuestro tiempo.

Todos somos –de alguna maneraTomás y Felipe. Aprendamos de ellos. Las dudas y preguntas sobre el ‘más allá’ tienen la respuesta en Jesucristo: Él es la verdad verdadera, el camino seguro, la vida que lleva a la vida. Si está claro el más allá sabremos vivir con dignidad el más acá. Jesucristo es el camino verdadero de la vida. Lo sabemos bien. Falta que lo creamos y aceptemos en la vida de cada día.

Que el “no pierdan la paz” resuene en cada hogar el día de la madre. Es tiempo pascual, tiempo oportuno para mirar más allá de la pandemia y… del día de la madre.

Felicitaciones a todas las mamás, las nuevas y las más experimentadas.

Con mi afecto pastoral y la bendición pascual.

*Obispo de Zacatecas




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