EFS y el control del cambio climático

Durante las últimas semanas, las intensas olas de calor en Europa y el inicio de la temporada de huracanes en nuestro continente, la cual, estima la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EUA, será la séptima temporada consecutiva superior a lo normal, nos han mostrado las consecuencias cada vez más severas del cambio … Leer más

Durante las últimas semanas, las intensas olas de calor en Europa y el inicio de la temporada de huracanes en nuestro continente, la cual, estima la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EUA, será la séptima temporada consecutiva superior a lo normal, nos han mostrado las consecuencias cada vez más severas del cambio climático.

Según los cálculos de la ONU, las probabilidades de que la temperatura media anual del planeta supere el 1.5 °C, el límite impuesto por el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, es casi del 50%. Si traspasamos ese umbral, los efectos del clima serán cada vez más perjudiciales para el planeta y, por tanto, para cada uno de nosotros.

El cambio climático es una problemática de urgente atención, que obliga a todos los actores, tanto públicos como privados, a promover y participar en la implementación de diversas acciones de mitigación y adoptación a nivel local, nacional y mundial para responder a esta emergencia global. En el ámbito gubernamental, estas acciones, que incluyen la adopción una serie de obligaciones a nivel internacional y la emisión de normas y regulaciones, así como el diseño e implementación de políticas públicas, resulta fundamental para avanzar en la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero y preservar el medio ambiente.

Asegurar la gobernanza de dichas políticas y garantizar su apego a los principios de eficacia, eficiencia y economía por medio de la rendición de cuentas, resulta particularmente relevante en América Latina y el Caribe, ya que nuestra región, debido a su ubicación geográfica, así como a las sinergias entre su situación económica, la pobreza y las desigualdades, resiente – y resentirá- de manera más severa las secuelas del calentamiento global.

Consciente de la magnitud de este reto, la Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores ha promovido, desde hace más de una década, el intercambio de buenas prácticas, experiencias y conocimientos sobre la revisión, control y verificación del cumplimiento de las normas, así como de las políticas públicas y el correcto uso de los recursos públicos destinados al combate al cambio climático.

La complejidad de este fenómeno y su intersección con otros sucesos como la pobreza y los desastres obliga a las EFS a contar con los recursos humanos y técnicos, así como desarrollar los conocimientos y metodologías que les permitan fiscalizar adecuadamente las políticas y programas ambientales, energéticos y sociales relacionados con el cambio climático para determinar su eficacia y evaluar financieramente los recursos públicos destinados a ellas.

Los equipos auditores deben contar con la capacitación necesaria que les permitan identificar y analizar los indicadores, variables y riesgos de sus respectivos países para planear y ejecutar sus auditorías considerando la información ambiental, los datos disponibles, las legislaciones y estructuras de gobernanza.




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