¿Desafortunada reincidencia?

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

¿La 63 Legislatura zacatecana repitió el modus operandi de la legislatura 61? El esquema de triangulación de dinero, empresas fantasmas y facturas falsas que dio a conocer el diputado Ernesto González Romo es el mismo que en 2015 fue desnudado por un buen ejercicio de periodismo de investigación, sin que hubiera consecuencias, a toda afirmación … Leer más

¿La 63 Legislatura zacatecana repitió el modus operandi de la legislatura 61? El esquema de triangulación de dinero, empresas fantasmas y facturas falsas que dio a conocer el diputado Ernesto González Romo es el mismo que en 2015 fue desnudado por un buen ejercicio de periodismo de investigación, sin que hubiera consecuencias, a toda afirmación correspondió una negación y el tiempo se encargó de que no sucediera nada, el tema no llegó a la justicia ordinaria, tampoco los partidos políticos reaccionaron.
Para colmo, los protagonistas de ese y otros casos de corrupción ni siquiera tuvieron la necesidad de limpiar su nombre ya que tener un nombre limpio no ha sido requisito para ser candidato ganador y repetir en el cargo, o lograr otro mejor.
Zacatecas ha vivido la desgracia de que los que están al frente se colocan detrás, cuando le ley les confiere atribuciones para que atiendan el interés público rehúyen ejercerlas y usan el dinero facilonamente. El poder legislativo vive en la atrofia permanente debido al vacío de liderazgo institucional desde el ejecutivo, que prefiere llevar la fiesta en paz para que le aprueben cada año el paquete económico, sus cuentas públicas y sus propuestas de nombramientos que requieren de validación legislativa, lo mismo pasa en los ayuntamientos ante regidores abusivos.
Cabildos y legislaturas bien pueden ser escenarios de corrupción en el ejercicio de su propio gasto y pueden favorecer negocios privados con bienes públicos, rendidos ante la ideología de “poderoso caballero es don dinero” .
¿La gravísima denuncia del diputado González Romo de desviación de 200 millones por “al menos 25 de los 30 diputados” tendrá el mismo desenlace?
Pienso que esta vez será distinto, no corresponde al denunciante ni a los denunciados dictar sentencia al respecto, tampoco a los medios de comunicación. Corresponde a autoridades específicas cumplir con las obligaciones igualmente especificadas en la normatividad aplicable, deslindar responsabilidades, investigar, corroborar, desmentir, exonerar y castigar. No será de la noche a la mañana, los ritmos procesales son lentos, pero esta vez, los diputados de la pasada legislatura, si incurrieron en las conductas denunciadas por González Romo, no gozarán de la tranquilidad de los que hicieron lo mismo en tiempos anteriores.
De entonces a la fecha se endurecieron normas y controles que no debieron ignorar, simplemente, ahora la facturación falsa es delito grave que admite prisión preventiva justificada.

Seducidos y abandonados
El gobierno de Tello los llevó al baile al seguir incluyendo en el presupuesto de la Legislatura la suma de 72 millones de pesos anuales, habiéndose suprimido en la constitución local el rubro mediante el cual los diputados administraban alrededor de 200 mil pesos mensuales de “apoyos sociales” que absurdamente se denominaban “herramientas legislativas”.
Prefirió llevar la fiesta en paz con la legislatura 63 convencido como Hank González de que “al poder legislativo se le gobierna con dinero”, los nuevos integrantes inmediatamente enseñaron el cobre incumpliendo con el mandato de nombrar órgano interno de control y canalizando lo cedido por Tello a gastos de “representación”, “viáticos”, “eventos legislativos” y “asesorías” la nómina siguió engrosando con parientes y protegidos.
Ahora tendrán motivos para pensar que Tello obtuvo lo que necesitaba de ellos pero que ahora se queda la víbora chillando.
Contra lo que algunos suponen, el diputado González Romo no salta al vacío. El resumen de la información con la que sustenta sus afirmaciones refleja acopio de información que no haría un solo individuo en escasos dos meses en funciones (rastreó domicilios falsos en otros estados e incluyó fotografías de los inmuebles). Por otro lado, alivia la presión financiera que cada año ejerce la legislatura sobre el gobernador en turno, no tienen cara para ponerse caros y de paso.
De desearlo, Monreal tiene el pretexto ideal para no incorporar a su administración a uno que otro señalado y dar las gracias a los que habiendo sido diputados en la legislatura “encuerada” salgan raspados.

¿Aprendida la lección?
En mi opinión, será la Unidad de Inteligencia Financiera con Santiago Nieto al frente, la que beneficie a los zacatecanos con investigaciones depuradas y concluyentes al respecto, sin embargo, los zacatecanos debemos reconstruir la institucionalidad pública local para prevenir, corregir y castigar. Es hora de dilucidar porqué la Auditoria Superior del Estado aparece rebasada, el poder legislativo, en su funcionamiento interno es un barco que hace agua desde hace mucho tiempo.
Los partidos políticos no se hacen cargo de la conducta de los que postularon, los órganos de justicia partidaria ni se ocupan de llamarlos a cuentas cuando fallan.
Si el gobernador comparte el sentir generalizado contra la corrupción va tener la oportunidad de demostrarlo, González Romo le puso el balón para que meta gol. Tello no quiso.




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