Debo decirlo… Tolerancia

Alguien tiene que asumir la responsabilidad, ser humilde, consecuente, congruente con lo que se pregona y alude en el discurso oficial y pedir una disculpa pública a las afectadas.

Los hechos ocurridos el pasado 8 de marzo en el centro histórico de Zacatecas han sido noticia nacional e internacional, motivo de análisis y opinión de diversos columnistas afines y en contra del actual régimen federal y estatal, dada la actuación de los cuerpos de seguridad pública, quienes se extralimitaron en contra de las mujeres que participaron en la la marcha conmemorativa de ese día.

Algo no está funcionando bien o quizá alguien no está haciendo bien su trabajo, y con ello están perjudicando la imagen y el trabajo del Gobernador David Monreal, así como del equipo de seguridad, que hasta hace algunos días daban buenas nuevas al informar de una disminución significativa en los índices de percepción de inseguridad, augurando que en materia de seguridad se impulsa una política pública que dará resultados en beneficio de los zacatecanos en este mismo año.

El criterio y carácter de la actuación de las y los policías que se excedieron, sugiere que algún funcionario por debajo del gobernador actuó mal, dio la orden de actuar como lo hicieron o quizás alguien debió haber dado la orden de no hacerlo o dejar de hacerlo en la forma en que lo hicieron. Su actitud demostró falta de criterio, ignorancia del derecho, falta de oficio político, pues no midió las consecuencias de su errada decisión y sentó un precedente de represión en el estado que difícilmente se podrá olvidar en el corto plazo.

Alguien tiene que asumir la responsabilidad, ser humilde, consecuente, congruente con lo que se pregona y alude en el discurso oficial y pedir una disculpa pública a las afectadas por la actuación de los cuerpos de seguridad, reconocer públicamente que hubo un exceso, que hay responsables de ello y que serán sancionados o relevados del cargo por falta de criterio de actuación en situaciones apremiantes o extraordinarias.

Días antes, vimos en distintos medios de comunicación como normalistas de Ayotzinapa, violentos y de manera indiscriminada, violentaban y derribaban una de las puertas de Palacio Nacional, sin embargo la autoridad responsable de imponer el orden en dicho lugar no perdió la cabeza, sino por el contrario, actuó con prudencia, con moderación, tolerancia y ejerció el derecho de acciones legales en contra de los actores materiales de dichos actos, pero nunca se extralimitó con fuerza desproporcionada violando los elementales derechos humanos.

El Presidente López Obrador y la ahora candidata presidencial Claudia Sheinbaum, en su paso al frente del Gobierno de la República y de la Ciudad de México, han dado muestras de tolerancia excesiva y han recibido reclamos por su pasividad en la actuación de la autoridad mientras se dañaban bienes de particulares, lo mismo sucedió en los últimos 2 años en Zacatecas y ahora, este año algo no funcionó.

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