
Jaime Casas Madero
A un año de la ofensiva contra Hamas, Israel ha dejado claro que no se detendrá y ahora prepara una nueva ofensiva militar en el sur del Líbano.
En las últimas semanas, la región del Medio Oriente se ha convertido en el escenario perfecto para un conflicto internacional a gran escala que parece dirigirse a ser el detonante de una tercera guerra mundial y no a lograr la paz en dos de las regiones donde el fanatismo religioso, el intervencionismo y los intereses económicos han dictado la vida en esa zona del mundo.
A un año de la ofensiva contra Hamas, Israel ha dejado claro que no se detendrá y ahora prepara una nueva ofensiva militar en el sur del Líbano, lo que ha crecentado las tensiones internacionales y generado un escenario titubeante para los mercados financieros en todo el mundo.
Un conflicto regional que tanto se ha tratado de evitar, hoy parece inevitable e inclusive se podría decir que ha comenzado, Irán se ha implicado directamente a raíz del asesinato de Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, con un inédito ataque con misiles, ocasionando que dos potencias militares se dirijan a una confrontación directa.
Historicamente, los intentos para mediar el conflicto fracasan debido a una diplomacia ejercida por los aliados occidentales colmada de hipocresía, solicitando un cese al fuego y al mismo tiempo incrementando el envió de armas a Israel y a Ucrania.
En este escenario parece ser que el único dirigente sensato es el presidente francés Emmanuel Macron, quien ha externado su repudio y preocupación en repetidas ocasiones por la situación humanitaria en Gaza y Cisjordania, y que ahora exigió a las naciones integrantes de la OTAN el detener el envió de armamento y redoblar esfuerzos por encontrar una solución política.
Por otro lado, los organismos internacionales, tales como la ONU, han dejado claro desde hace mucho tiempo que han fracasado en su objetivo principal, que es la paz y la seguridad internacional. Destrucción, hambre y un genocidio indiscriminado es el horror en lo que se ha convertido el día día en esta zona del mundo, razón por la cual miles de personas tienen que desplasarze a causa de estos conflictos que han generado un futuro incierto.
En el fondo, el sionismo se ha distorsionado, lo han convertido en un instrumento de usurpación y exterminio del pueblo palestino durante décadas. Netanyahu, Primer Ministro de Israel, no desea terminar sólo con Hamás en Gaza, las acciones que está tomando esa nación provocarán que se enfrente contra todo el grupo liderado por Irán, países tales como Rusia, China, entre otros, lo que conlleva a este conflicto a provocar grandes consecuencias geopolíticas y económicas en todo el mundo.
Sin duda que la coyuntura electoral que se vive en Estados Unidos de América y Francia serán determinantes para el panorama mundial, sobre todo en lo que respecta a los dos conflictos bélicos que están en marcha, como lo es Ucrania vs Rusia y el citado en Medio Oriente.
Todo indica que los próximos días serán cruciales para definir el rumbo en el Medio Oriente y, como daño colateral, el escenario económico-político mundial.
Encabezado:
“El sionismo se ha distorsionado, lo han convertido en un instrumento de usurpación y exterminio del pueblo palestino durante décadas”.