Con… ciencia Lucy

Un conjunto de 52 huesos pertenecientes al esqueleto de un homínido con una estimación entre 3.5 y 3.2 millones de años de antigüedad descubierto el 24 de noviembre de 1974 en Etiopía, representa el resto fósil más famoso del mundo. Los restos óseos corresponden al 40% del esqueleto de un ejemplar de aproximadamente 1.10 metros … Leer más

Un conjunto de 52 huesos pertenecientes al esqueleto de un homínido con una estimación entre 3.5 y 3.2 millones de años de antigüedad descubierto el 24 de noviembre de 1974 en Etiopía, representa el resto fósil más famoso del mundo.

Los restos óseos corresponden al 40% del esqueleto de un ejemplar de aproximadamente 1.10 metros de estatura, 27 kilogramos de peso (en vida) y unos 20 años de edad. La osamenta del cráneo es comparable a la de un chimpancé, caminaba sobre sus miembros posteriores como se pudo deducir por la forma de su pelvis, así como por la articulación de sus rodillas. Lo robusto de sus brazos fortalece la idea de que pasaba una buena cantidad de tiempo usándolos para moverse entre las ramas de los árboles.

Durante la excavación y en el momento de descubrir los restos óseos, el equipo de paleoantropólogos escuchaba la melodía “Lucy in the sky with diamonds” de los Beatles; al darse cuenta de que se trataba de restos de una mujer y coincidir con la melodía, ese fue el motivo por el que decidieron nombrarla como Lucy.

A pesar de su apariencia aún muy similar a la de un chimpancé sobre todo en la forma de la mandíbula; un esmalte dental muy delgado y un tamaño del cerebro ligeramente mayor, así como la proporción en el tamaño de las extremidades, ubican a Lucy dentro de una categoría ya mucho más similar a la humana.

Fue hasta 1978 cuando los científicos que encontraron los restos de Lucy publicaron en la revista Kirtlandia su hallazgo y decidieron asignarle el nombre científico de Australopithecus afarensis.

En 2016 científicos de la Universidad de Texas publicaron en la revista Nature un estudio en el que se afirma que Lucy posiblemente murió a consecuencia de las heridas ocasionadas por la caída de un árbol. Este análisis calcula que cuando se estrelló contra el suelo el cuerpo de Lucy tenía una velocidad de 60 kilómetros por hora, y para alcanzar esa velocidad, la caída debió de ser desde una altura de más de 10 metros.




Más noticias


Contenido Patrocinado