
Carlos Martin Vasquez Diaz
En el templo donde el silencio respira, una mujer alza su voz sin palabras, y convierte la ausencia en altar, la herida en pigmento, el cuerpo en refugio sagrado.
Siempre me resulta complicado traducir mis sentimientos o pensamientos de una forma plausible para los demás. Debe ser porque siempre tengo muchas cosas en la cabeza y quizá solo sea que no logro ordenar mis ideas. pero… ¿a quién no le pasa eso en este mundo tan caótico y complicado? Espero no ser el único, pero deseo que no sea por algo que nos quite el sueño.
Hoy quiero compartir con ustedes, lectores, una propuesta de visita a la exposición que se encuentra en Zacatecas, me refiero a “En Morada Solitud” de Susana Salinas.
Recuerdo que conocí a Susy (lo digo con amplio respeto, cariño y admiración) cuando recién yo aún era estudiante en la carrera de música, podríamos decir que seguro fue hace 10 años. El buen Álvaro Lara, me permitió colaborar dentro de los cursos de verano de la Casa Municipal de Cultura. Fue ahí donde tuve mi primer encuentro con Susy, quién era coordinadora férrea de estas actividades.
En ese momento, yo no sabía quién era Susana, pero no tardé en descubrir la calidad de artista con la que pude brevemente convivir. Al paso del tiempo, cada vez coincidiendo más con ella y aprendí a valorar el trabajo que realizaba (y hasta la fecha). Recuerdo que me impactaron esos rostros tan definidos pero cargados de muchas emociones, los colores tan definidos, la mezcla tan clara y la idea tan sólida de transmitir. ¿Cómo olvidar a las tupé? particularmente “El viaje de Tupé”, creo que hasta unas tazas sobre ello teníamos en casa.
Bueno, creo que no sobra decir que soy fan de su trabajo e iniciativas. Pero particularmente, la intención de este texto es invitarlos a celebrar sus 25 años de carrera artística. Susana a través de “En Morada Solitud” nos muestra mucho más que una exposición: es una declaración íntima y poderosa sobre el arte como refugio, resistencia y transformación. Este cúmulo de obras, nace de un periodo de introspección en donde la artista habitó la soledad no como encierro, sino como espacio idóneo para conocerse y reconocerse en su arte.
La obra se encuentra expuesta en el Antiguo Templo de San Agustín, lugar donde se han presentado obras de distintos y reconocidos creadores y creadoras, Susana, con mucho amor, ha llenado este espacio de cada una de las formas de sentir, de hacer sentir y ser. Algo que me gustaría resaltar es la calidez con el espectador, permitiendo a través de diversas dinámicas, adentrarse a su arte, así como convivir y formar parte de él. Usted puede interactuar con muchas de las obras y pasar a la historia de esta morada.
La exposición puede ser visitada de martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas y es de entrada libre. También, Susana acaba de anunciar la posibilidad de adquirir algunas de las piezas expuestas y otras, algo que puede consultar en las redes sociales que llevan su nombre. Dejo la invitación a visitar dicha exposición, no se va a arrepentir.