A (hu)Evo y Punto Final

Pablo Torres Corpus.
Pablo Torres Corpus.

Aun siendo adolescente, Evo Morales inició su carrera política en los sindicatos de los productores de coca, ahí se formó y creo su base de apoyo y movilización hasta convertirse en líder regional. En 1997 se convirtió en diputado y su carrera tomó el vuelo y popularidad que lo llevaría a la presidencia de Bolivia … Leer más

Aun siendo adolescente, Evo Morales inició su carrera política en los sindicatos de los productores de coca, ahí se formó y creo su base de apoyo y movilización hasta convertirse en líder regional.

En 1997 se convirtió en diputado y su carrera tomó el vuelo y popularidad que lo llevaría a la presidencia de Bolivia en 2005, Evo además de ser el primer presidente indígena, arrasó en las elecciones con el 54% de la votación.

A pesar de llamarse socialista, Morales creó alianzas con la iniciativa privada y ordenó las finanzas nacionales, eso le generó buenos resultados durante su primer mandato.

Los números positivos y popularidad lo llevaron a una reelección en 2009 y “animaron” a redactar una nueva Constitución nacional a modo que le permitiría, a partir de su promulgación, reelegirse otra vez.

Y lo hizo, en 2014 se reeligió, en apariencia todo iba bien, la economía daba frutos, tenía respaldo popular y había asumido de facto el control de todos los órganos independientes, judiciales y electorales.

Sin embargo, la ambición lo ofuscó y en 2016 decidió buscar otra reelección, aunque la Constitución lo prohibía.

Para burlar el veto constitucional convocó a una consulta popular para derogar el mismo, pero perdió. Faltando a su palabra, acudió al Tribunal Electoral que controlaba y, mediante una argucia legal, logró que le permitieran buscar oootra reelección apelando a su “derecho humano” de votar y ser votado.

Así llegó a las elecciones de 2019, y según los resultados preliminares no le iría bien y tendrían que celebrar una segunda vuelta electoral que no le garantizaba el triunfo, pero, misteriosamente el sistema electoral se cayó y cuando se “levantó” Evo tenía los votos para mantenerse en la presidencia.

Esa fue la gota que derramó el vaso, lo que desató las protestas que llevaron a su renuncia.

Evo sufrió de la misma Hibris que otros líderes que buscan aferrarse al poder, sí se hubiera retirado a tiempo, si hubiera respetado su Constitución y palabra Evo sería recordado como uno de los presidentes más populares y eficientes de la historia de Bolivia, pero no  y todo por querer quedarse a hu-Evo.

Punto Final

Se podrá estar o no de acuerdo con Evo Morales, pero no podemos negarle el derecho que tiene a pedir asilo político y el Gobierno mexicano a otorgárselo.




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