Su familia intentó contactar con las funerarias y el centro de salud más cercano, pero nadie consiguió llegar al domicilio.
“Llamaron hasta en 12 ocasiones a los médicos, nadie podía llegar, ni siquiera a certificar la defunción en algún tipo de vehículo más grande que pudiera pasar por la nieve”, cuentan fuentes cercanas. “Lo único que les dijeron fue que abriesen las ventanas y apagasen la calefacción”.