Los sirios liberados por los rebeldes de Guta se reencuentran con sus familias

CIUDAD DE MÉXICO.- Wafaa Barhum compara con mucha atención la foto que lleva en las manos con los rostros de los rehenes liberados por los rebeldes de Guta Oriental, cerca de Damasco, con la esperanza de reconocer a su hermana secuestrada hace varios años. A su alrededor, reunidos en un gimnasio de la capital siria, … Leer más

CIUDAD DE MÉXICO.- Wafaa Barhum compara con mucha atención la foto que lleva en las manos con los rostros de los rehenes liberados por los rebeldes de Guta Oriental, cerca de Damasco, con la esperanza de reconocer a su hermana secuestrada hace varios años.

A su alrededor, reunidos en un gimnasio de la capital siria, centenares de personas esperan encontrar a sus allegados detenidos por los rebeldes de Yaish al Islam, el último grupo aún presente en Guta Oriental que está por evacuar la región luego de más de un mes de ofensiva del régimen.

Desde hace varias semanas la liberación de rehenes y los intercambios de prisioneros acompañaron a los acuerdos de evacuación negociados por Bashar al Asad y su aliado ruso, para incitar a los grupos rebeldes a dejar la región.

Wafaa duda al ver a una joven de pelo negro con una larga trenza. Termina por reconocer a Ghena, aunque sus rasgos cambiaran. Su hermana, desaparecida cuando tenía 12 años creció, ahora tiene 16.

"Son sus ojos, su mirada, ya es una verdadera chica", dice Wafaa, de unos treinta años.

Ghena fue secuestrada con sus padres y hermano en diciembre de 2013 cuando los rebeldes tomaron el control de Adra, ciudad una decena de kilómetros al noreste de Damasco.

"Cuando era niña soñaba con ser doctora. Pero cuando me secuestraron mi único sueño era ser liberada", dice la adolescente, liberada el domingo por la noche con su madre.

Del padre y de su hermano sigue sin tener noticias.

Ghena forma parte de un grupo de unos 50 rehenes liberados el domingo por la noche.

Visiblemente cansados, con la ropa gastada y repletos de polvo, fueron recibidos con aplausos en un gimnasio decorado con banderas sirias y rusas. Moscú tuvo un papel clave en la ofensiva militar que lanzó el régimen el 18 de febrero para reconquistar Guta, y sobre todo en los acuerdos de evacuación negociados con los rebeldes, que fueron enviados al norte de Siria.

Sonia Diub, de unos 40 años, se reencontró con su hermano, Osama, al que no ve desde hace cuatro años.

"Desde ahora ya no quiero llorar, es un nuevo comienzo en la vida, es volver a nacer", dice Diub.

Su hermano no lo puede creer. "Soñé mucho con este momento y hoy se cumple", dice con emoción.

-"Mamá, regresé"

Miles de personas están desaparecidas en Siria, país devastado desde 2011 por una guerra con múltiples beligerantes, todos acusados de cometer crímenes contra la población civil.

En noviembre de 2015 las personas capturadas por los rebeldes en Adra fueron enjauladas, expuestas en las plazas públicas en territorio rebelde en Guta, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).

Esos "escudos humanos" utilizados para disuadir al régimen de bombardear los sectores rebeldes, eran soldados y civiles alauitas, minoría a la que pertenece el presidente Al Asad, según el OSDH.

Cuando Rasha apareció delante suyo, su madre cayó a tierra, en llantos. "Mamá, regresé, regresé", dice.

Sentada en las tribunas, Zeina Jaluf espera desde hace horas, pero su hermano no aparece.

"Me hubiese gustado que mi hermano fuera de los liberados", suspira. "Pero no pierdo esperanza. Voy a quedarme a esperarlo. Quizás venga en el próximo convoy".

Imagen Zacatecas – AFP




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