Japón conmemora el aniversario 74 de Hiroshima

Vista área del ataque nuclear que se recuerda en el aniversario 74 de Hiroshima.
Vista área del ataque nuclear que se recuerda en el aniversario 74 de Hiroshima.

“Las generaciones venideras no deben desestimar los bombardeos atómicos y la guerra como meros hechos del pasado”, dijo el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui.

CIUDAD DE MÉXICO.- Hoy, Japón conmemora el aniversario 74 de Hiroshima desde el 6 de agosto de 1945, a las 8:15, en el que se arrojó a “Little Boy” sobre la ciudad nipona, causando 100 mil muertes en nueve segundos.

El origen se le atribuye a una carta enviada por Albert Einstein a Franklin D. Roosevelt en agosto de 1939. Hablaba de una nueva bomba, extremadamente poderosa, desconocida. La capacidad de destrucción de esa bomba era inimaginable. En manos de Adolf Hitler podía ser muy peligrosa.

 

Así se recuerda el aniversario 74 de Hiroshima

En la madrugada del 6 de agosto, un avión sobrevoló el cielo de Hiroshima. Sonó, como casi todas las madrugadas del último mes, la alarma antiaérea. Nadie se preocupó en demasía. Era un B-san (Señor B), como los japoneses llamaban a los B-29. Sólo uno. Pero ese B-29 no era uno más. Era el Straight Flush comandado por Claude Eatherly, integrante del cuerpo 509.

Eatherly debía hacer la ruta que sólo una hora después haría el Enola Gay y comprobar las condiciones metereológicas. Desde el cielo, la ciudad se veía con prístina claridad. Eso informó Eatherly.

El Enola Gay continuó su marcha con confiada tranquilidad. Little Boy (el nombre con el que apodaron a la bomba atómica) esperaba ser lanzada. Una hora después el Enola Gay ya sobrevolaba Hiroshima.

 

Eran las 8.15 del 6 de agosto de 1945. El último minuto de una era

Sesenta segundos después comenzaba la era atómica. Con la muerte instantánea de más de cien mil personas. Cien mil muertos en nueve segundos. El setenta por ciento de las viviendas absolutamente destruidas. Sesenta mil heridos de gravedad. La gran mayoría de ellos murió en los días y meses subsiguientes como consecuencia de la explosión atómica.

Nada quedó con vida a un kilómetro y medio a la redonda del epicentro de la explosión. Ni siquiera vestigios. Todo se evaporó. Todo quedó convertido en polvo radiactivo. Las personas se desintegraron. No quedaron restos que identificar. Sopladas por la onda expansiva, la imagen de alguien quedó grabada en el pavimento agrietado. La bomba atómica iguala a las cosas con los seres humanos: lo (mucho) que queda a su alcance reducido a la nada.

 

“No deben desestimar los bombardeos atómicos”

Con todo esto, hoy Japón conmemora el 74 aniversario de Hiroshima, la ciudad japonesa de Hiroshima instó a los jóvenes a no olvidar ni menospreciar la tragedia atómica e hizo un llamamiento a los líderes mundiales para que suscriban el Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares.

“Para enfrentar nuestras circunstancias actuales y lograr un mundo pacífico y sostenible, debemos trascender las diferencias de estatus u opinión (…). Para lograrlo, las generaciones venideras no deben desestimar los bombardeos atómicos y la guerra como meros hechos del pasado”, dijo el alcalde de la ciudad, Kazumi Matsui, en su discurso en la ceremonia de conmemoración del 74 aniversario del bombardeo.