
En la práctica el karaoke permite a cualquier persona cantar una canción sin preocuparse por alcanzar el rango vocal correcto.
A principios de los años 70 en Japón se popularizó una forma de entretenimiento social. La palabra «karaoke» se deriva de dos términos japoneses: «kara», cuyo significado es vacío, y «oke», que es una abreviatura de orquesta. De esta mezcla de palabras se originó un fenómeno en donde las personas pueden cantar utilizando una pista musical pregrabada y se logra convertir en una actividad de interacción social muy lúdica. En la práctica el karaoke permite a cualquier persona cantar una canción sin preocuparse por alcanzar el rango vocal correcto.
En 1971 Daisuke Inoue tocaba la batería y el teclado en un club de la ciudad japonesa de Kobe; en ese lugar junto con un grupo de músicos independientes tocaban nagashi (una forma popular y muy tradicional en Taiwán y Japón) para los empresarios y oficinistas que acudían a ese lugar.
Por aquellos días los japoneses eran muy tímidos para cantar frente a otras personas, pero en los bares y clubes nocturnos los músicos interpretaban música nagashi a los asistentes que ocasionalmente cantaban con los músicos o les solicitaban que tocaran una melodía para que ellos la cantaran.
Un cliente frecuente del club que era terrible cantando le comentó a Daisuke que había organizado una fiesta con un grupo de socios accionistas de su empresa y le solicitó ayuda para preparar algo nuevo y diferente para impresionarlos. Le pidió que reuniera un grupo de músicos para que asistieran a tocar a la fiesta, pero que cambiara las melodías de tal manera que estuvieran en su propia tonalidad y tiempo para de esa manera no se escuchara tan mal. Daisuke no logró conseguir los músicos para que asistieran al evento y se preguntó a si mismo ¿No sería mejor grabar las pistas de acompañamiento previamente y darle una cinta grabada con los requerimientos del empresario? Al concretar en la práctica su idea, Daisuke dio origen a lo que hoy conocemos como karaoke.
Logrando convertirse en un gran fenómeno social, el karaoke logró promover la interacción y la diversión grupal. Ayudando a romper barreras sociales este entretenimiento permitió que personas de diferentes contextos y edades se unieran en torno a la diversión.
De manera que los bares de karaoke comenzaron a proliferar en ciudades japonesas, ofreciendo espacios para la diversión de los asistentes mediante la combinación de bebida, canto y diversión. Hasta se organizaron eventos de concursos de karaoke en los que los participantes competían por el título del mejor cantante de karaoke.