Desplazados de la sierra regresan a su vida cotidiana por aumento de seguridad en Jerez

El alcalde Salazar Contreras  | Foto: Cortesía
El alcalde Salazar Contreras | Foto: Cortesía

El alcalde Salazar Contreras se involucró activamente en la lucha por el retorno de los jerezanos que fueron desplazados de sus tierras.

JEREZ.- Continúa la gestión del alcalde José Humberto Salazar Contreras, quien se ha comprometido a restablecer la paz en el municipio. La inversión en seguridad durante este periodo ha superado a años anteriores, logrando que un 80% de los desplazados de las comunidades de la sierra regresen a su vida cotidiana.

Desde el año 2022 hasta la fecha actual, se ha invertido un total de 31 millones 411 mil 167 pesos en seguridad. Estos recursos se han destinado al apoyo de las bases de las fuerzas de seguridad, capacitaciones, alimentación, prendas de protección, salarios, entre otros rubros. La tesorera María Eva Briceño proporcionó estos datos.

El alcalde Salazar Contreras se involucró activamente en la lucha por el retorno de los jerezanos que fueron desplazados de sus tierras. Antes de asumir el cargo de presidente, su casa de campaña se convirtió en un centro de acopio y distribución de alimentos, evidenciando su pleno conocimiento de la problemática.

En la sierra de Jerez, 18 comunidades enfrentaban un problema de ingobernabilidad desde 2019. Cientos de personas perdieron su patrimonio, ganado, cosecha y todo lo que tenían en sus hogares. La delincuencia causó daños a viviendas, pozos de agua potable, antenas de comunicación y suministro eléctrico.

El municipio se encontraba ante una situación de pobladores desplazados debido a la violencia en las comunidades de Sarabia, Palmas Altas, Juana González, Sauz de los García de Arriba, Sauz de los García de Abajo, Briseño, Colonia Miguel Hidalgo, Ermita de los Correa, Ermita de los Murillo, Ordóñez, Guadalupe Victoria, Parral de las Huertas, Villa Hermosa, Cieneguitas de Fernández, Villa Hermosa, Monte de los García, Plan de Carrillo y San Antonio de Ordóñez. Además, rancherías como La Herradura, El Roble, El Chilaquil, La Toma, Ciénega, San Isidro y El Poleo también se vieron afectadas.

Se estima que alrededor de 5 mil pobladores fueron desplazados y se vieron obligados a vivir en cocheras, patios u otros espacios pequeños que les alquilaban o prestaban en la cabecera municipal, así como en otros municipios y comunidades.

Después de llevar a cabo las gestiones pertinentes y con la intervención del ejército y las fuerzas federales para recuperar sus tierras, se descubrió que los pueblos estaban destruidos y sin servicios básicos.

Para atender las demandas de los pobladores y llevar a cabo programas de rehabilitación de servicios básicos, como energía eléctrica, alumbrado público, viviendas y programas agropecuarios para recuperar la producción, el alcalde nombró a Marco Antonio Vargas Duarte como comisionado especial.

En la actualidad, la mayoría de las comunidades están habitadas nuevamente, se han reanudado las actividades escolares y los servicios de salud. Además, se brindó apoyo para el control de plagas en los huertos de frutales que habían sido abandonados.

Vargas Duarte asegura que la tranquilidad que se ha logrado en estas comunidades ha permitido la realización de diversos eventos sociales y fiestas patronales, entre otras actividades, en distintas localidades, lo que indica un regreso gradual a la vida normal.

Sin embargo, el alcalde reconoce que la problemática de restablecer la paz en el municipio no ha terminado y se compromete a continuar gestionando recursos y estrategias que brinden seguridad a los jerezanos. Su meta es encontrar soluciones sin buscar justificaciones ni señalar como herencia del pasado, buscando convertir a Jerez en un pueblo pacífico una vez más.