Necesidad de encuentro

Huberto Meléndez Martínez.
Huberto Meléndez Martínez.

La cita es a las seis de la mañana, para izar Bandera” expuso el maestro de guardia de esa semana, en una escuela primaria rural, dando por concluida la dinámica del recreo en un día ordinario de actividad educativa, ante la proximidad de una fecha cívica. Niñas y niños grabaron en su memoria la instrucción, … Leer más

La cita es a las seis de la mañana, para izar Bandera” expuso el maestro de guardia de esa semana, en una escuela primaria rural, dando por concluida la dinámica del recreo en un día ordinario de actividad educativa, ante la proximidad de una fecha cívica.

Niñas y niños grabaron en su memoria la instrucción, mientras sus colegas intercambiaron miradas tanto de sorpresa como de desacuerdo.

En aquella época la voz del maestro a cargo de ese rol (guardia escolar) era respetada y sólo la máxima autoridad del plantel podía vetar las iniciativas.

¿Dónde realizarían la ceremonia? El plantel no tenía asta bandera, por lo que era inconcebible cómo podrían cumplir con esa obligación cívica.

Al término de la jornada, el maestro citó a la escolta oficial, constituida por los alumnos del sexto grado, para realizar un ensayo.

Hubo dos posiciones en este hecho. Los docentes querían resistirse a realizar el evento tan temprano porque implicaba madrugar. Todos sabían el horario establecido en el Ceremonial que regulaba esas acciones cívicas, pero también sobre la flexibilidad de las autoridades educativas para realizar los honores, permitiendo aplazarla varios minutos y hacerlo coincidir con el inicio de las labores diarias. El acto se realizó a la hora convenida y se hizo el citatorio para arriar el Pabellón Patrio a las seis de la tarde, sin contratiempos en la asistencia.La improvisación del docente sobre el lugar, desagradó a los maestros, aunque todos contuvieron sus impresiones. Varios meses después hicieron una manifestación velada y respetuosa sobre el tema.

Sucedió cuando el Director, queriendo ser sensible a las diversas expresiones existentes entre la planta escolar, con la colaboración de las Autoridades Ejidales y de la Asociación de Padres de Familia, gestionaron ante el ingeniero Mares, quien estaba a cargo de un programa de Gobierno, la construcción de un monumento a la Bandera dentro de la escuela. Aprovechando que años antes, otro directivo había adquirido un tubo largo de metal, con los aditamentos necesarios para dar fluidez al corrimiento de la piola con la cual izar y arriar el Lábaro Patrio.

La impresión visual de la base era grata porque quedó impecablemente blanca por la cal utilizada en el recubrimiento. Se veía elegante a la mitad de uno de los lados de la Plaza Cívica.

El señalamiento de los colegas se había hecho respecto a que consideraban irreverente haber izado la Bandera, en aquella ocasión en uno de los rústicos postes que sostenían la red de voleybol, ubicado al centro de la misma Plaza. Tenían razón pero el maestro encargado interpretó ese argumento como una negativa de levantarse temprano.

Las decisiones sobre los diversos actos de la comunidad educativa de un plantel, ocupan ser analizados, discutidos, planteados, coordinados y definidos de manera colegiada, donde un buen liderazgo en la dirección, es factor de garantía para lograr armonizar al equipo en propósitos comunes y de proyección institucional.

Dedicado al maestro Marco Antonio Rangel Calvillo, exalumno y actual docente en la EST 51.

*Director de Educación Básica Federalizada




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