Don Antonio y la magia de su leche de burra

ZACATECAS.- Antonio Martínez Alba es un hombre visionario y trabajador quien cambió radicalmente su profesión de minero para dedicarse a la crianza de burritos mexicanos.

Uno de sus objetivos es producir leche de burra y sus derivados, pero lo más importante es que más allá de que se convirtió en una nueva forma de vida que lo ayudó a mejorar su economía lo motivó para proteger esta especie animal declarada en peligro de extinción.

Animalitos amorosos y sorprendentes

Siempre alegre y con una sonrisa realiza todas las actividades correspondientes al cuidado, alimentación de sus animalitos, pero sobre todo para darles mucho cariño.

Platicó que durante 10 años se dedicó a la minería y después, casi como por arte de magia, al estar retirado, inició este proyecto de la producción, fabricación y venta de productos de leche de burra los cuales son buenos para el cuidado de la piel, el cabello, entre otros.

Actualmente tiene 20 burritas pero solo pudo presentar para El Centinela del Pueblo a La Chinta, a Petra, a las crías Lorenza y el Catrín.

Antonio comenzó en este mundo de la crianza y producción de leche de burra por casualidad, y es que en 2017 ya con unos años retirado de la minería compró a La Chinta, una burrita que consiguió en el municipio de Villanueva.

Platicó que la adquirió porqué uno de sus nietos, quien radica en Estados Unidos, le pidió un burrito para cuando fuera a visitarlo.

Una vez con la burrita en su propiedad consiguió la pareja y al poco tiempo su ganado equino creció.

Embellecedor de leche de burra

Sin quedarse cruzado de manos se puso a investigar sobre la producción de la leche de burra, ya que sabía vagamente que tenía muchos beneficios.

Motivado por “la espinita” de saber más investigó durante un tiempo acerca de este producto y descubrió una mina de oro en sus animalitos, quienes además lo llenan de amor y orgullo al verlos sanos y fuertes.

Entre las características que tiene este producto, de acuerdo a análisis bioquímicos, están las vitaminas A, B1, B2, B6, colágeno y una gran variedad de minerales naturales, todos ingredientes perfectos para el cuidado de la piel.

Además, dijo que esta labor de la crianza de los burritos, al mismo tiempo que lo ayuda económicamente, considera que es su forma de poner su granito de arena en la conservación de esta especie considerada en peligro de extinción.

Por si fuera poco, Antonio es una persona que ha puesto todo su corazón en este proyecto, por lo que siempre está al tanto de todo el proceso de la fabricación de los productos dermatológicos y de belleza que actualmente ofrece desde su casa en la comunidad de Francisco I Madero.

Además de tener propiedades en la piel, Antonio explicó que en el grado alimenticio también es un producto que ofrece muchísimos nutrientes.
La bondad de Antonio es tanta que debido a que conoce los beneficios de la leche de burra como alimento, en ocasiones y cuando es necesario la regala a personas de escasos recursos que la requieren.

Y para cerrar con broche de oro Antonio buscará seguir expandiendo la crianza de sus animalitos y a mediano plazo abrir un spa, el cual sería el primero y único en el estado en tener baños de leche de burra, tal y como lo hacía Cleopatra en el antiguo Egipto.