Marchan de luto

Niños, padres, abuelos, parejas, familias enteras, grupos de amigos, turistas, millares de personas pudieron apreciar uno de los eventos emblemáticos de Zacatecas y de la fe católica: la Procesión del Silencio. Como cada Viernes Santo, este solemne desfile por las principales calles del Centro Histórico muestra parte de la identidad religiosa de todos los zacatecanos, … Leer más

Niños, padres, abuelos, parejas, familias enteras, grupos de amigos, turistas, millares de personas pudieron apreciar uno de los eventos emblemáticos de Zacatecas y de la fe católica: la Procesión del Silencio.

Como cada Viernes Santo, este solemne desfile por las principales calles del Centro Histórico muestra parte de la identidad religiosa de todos los zacatecanos, y con ella, su devoción y agradecimiento al Señor por haber sacrificado a su hijo en favor de la humanidad.

Los presentes que admiraron las 13 enormes imágenes religiosas, miraron con respeto esos símbolos que representaban el luto del pueblo creyente.

De igual modo, presenciaron la participación de 18 cofradías encabezadas por la banda de guerra del Pentathlón, quienes fueron el heraldo que anunciara a los asistente el arribo de las figuras.

Calvario de la Soledad, Divino Preso, Santo Encuentro, Ecce Homo, Calvario y La Piedad fueron algunas de las cofradías que llamaron la atención de chicos y grandes.

Pertenecen a las parroquias y templos como Fátima, Sagrada Familia, de Jesús, entre otros.

Ningún segmento de esta larga procesión, que era admirada por cientos de espectadores que abarrotaron las banquetas, se quedó sin musicalización gracias a las filarmónicas de Zacatecas, Guadalupe y Tacoaleche.

Más de mil 800 personas hicieron posible que se llevara a cabo esta tradición que nuevamente da prueba de la devoción del pueblo zacatecano.

Este año es aún más especial, pues cumple 25 años desde su realización en forma y 464 de llevarse a cabo en la ciudad.

La entrega a esta práctica en Zacatecas data desde el medievo, cuando se descubren las minas en la región en 1546.

La costumbre de celebrar los días santos con una procesión silenciosa se establece en la ciudad cuando los religiosos españoles la introducen como parte de su tarea misional.

Pero fueron los enfrentamientos armados como el movimiento de Independencia, la Reforma, la Revolución Mexicanas y la lucha cristera, los que provocaron que hubiera interrupciones y lapsos de receso en el siglo 19 y a principios del 20.

Fue en los años 40 cuando se empieza a gestionar la idea de establecer la procesión en Viernes Santo.
Con el objetivo de preservar esta tradición, el 7 de diciembre de 2004 se instituye legalmente la asociación civil con el nombre de Procesión del Silencio de Zacatecas.

Imagen Zacatecas – David Vega




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