“El Marros”, casi seis décadas de bolear calzado

Cuco tenía entre 11 y 12 años, que era cuando querían quitar la bolería de Rosales -justo cuando su hermana le pidió que se dedicara a esto.

ZACATECAS.- Refugio Gutiérrez, “El Marros”, como también le decían a su padre, mesero y bolero igual que él, cumple 57 años de asear calzado a un costado del jardín Independencia.

Su papá limpiaba los botines de los zacatecanos allá cuando en el Portal de Rosales se cobraban 15 centavos por boleo.

Hoy cuesta 30 pesos, dice el entrevistado, para quien Zacatecas ha cambiado y mucho; “pero mucho de sus políticos la verdad es que, junto con los ciudadanos, lo han echado a perder”.

Cuco Gutiérrez, “El Marros” cuenta que hace más de medio siglo era el encargado de reclutar personal, meseros y trabajadores de la ciudad para que todos ellos tomaran parte en el equipo de producción de las películas de Antonio Aguilar.

“Tuvimos un trato muy directo la estrella y yo. A mí en ese momento me gustaba mucho el trago, por eso, cada vez que don Antonio venía a Zacatecas y preguntaba por mí, él mismo decía: “¿Y ora, dónde está Cuco?”.

Por aquellos años, Cuco tenía entre 11 y 12 años, que era cuando querían quitar la bolería de Rosales -justo cuando su hermana le pidió que se dedicara a esto, “y que sacara cuando menos el sexto de primaria-, copiando pero lo saqué”, repite el bolero, quien es toda una figura dentro de los personajes populares en la capital del estado.

Conoce el oficio desde que era chavito

Tales hechos ocurrieron en 1966, momento en que Zacatecas era muy pequeño y entonces cobrábamos 15 centavos por boleo, pero en esa época 15 centavos era “dinero”, tanto que te alcanzaba para darte algunos lujos, como una chelita, debido que “en estos tiempos, yo tomaba”.

“El Marros” también se dedicó a meserear por lo que los dueños de un establecimiento le ofrecieron quedarse en el lugar que ocupaba con anterioridad su padre para lo cual tuvo que capacitarse un año en un restorán de calidad en Zacatecas.

“Pero lo hice y lo hice bien, que fueron más o menos los tiempos en que Antonio Aguilar solía venir mucho a la capital para contratar a personajes que luego saldrían en sus películas y yo era el encargado de conseguírselos”.

Recuerda que don Antonio se llevaba mucha gente a trabajar con él, recamareras, meseros y todo lo que podía para filmar.

“Cuando llegaba acá preguntaba por mi y les pedía a sus asistentes que me buscaran: vayan a ver cómo está Cuco, con el fin de que dieran conmigo porque yo era muy pipa y le decían que andaba yo borracho”.

“El Marros” dice que Zacatecas está ahora destruido pero, en tanto, aquí me encuentran en Independencia; lamento que todo se haya deteriorado tanto y que ya no queden personas buenas, o muy pocas.