Comparten las experiencias de una sala de lectura

La sala de lectura Eugenio María de Hostos cumplirá 15 años en noviembre próximo; con el tiempo se ha transformado en una comunidad de aprendizaje. Todos los domingos, niños, jóvenes y adultos se reúnen en la Ciudadela del Arte para desarrollar actividades y convivir. Efraín Gutiérrez es el iniciador de esta estrategia formadora de lectores … Leer más

La sala de lectura Eugenio María de Hostos cumplirá 15 años en noviembre próximo; con el tiempo se ha transformado en una comunidad de aprendizaje.

Todos los domingos, niños, jóvenes y adultos se reúnen en la Ciudadela del Arte para desarrollar actividades y convivir.

Efraín Gutiérrez es el iniciador de esta estrategia formadora de lectores y artistas.

En la Feria Nacional del Libro Zacatecas 2014, comentó sus vivencias en la conferencia Comunidades de aprendizaje. Una experiencia exitosa realizada en Zacatecas desde el Programa Nacional Salas de Lectura.

Una comunidad de aprendizaje es un movimiento que alienta la revisión del estado actual de la educación formal e informal, así como del desempeño del profesorado, alumnos y las instituciones formadoras, dijo el maestro.

El grupo que participa en la comunidad sala son portadores de una poderosa sensibilidad social que les permite identificar las carencias de su ambiente y organiza tareas para resolverlas, mencionó.

Comentó que las salas de lectura pueden convertirse en una comunidad de aprendizaje para impulsar la construcción del conocimiento, cuadros de evaluación para resolver la realidad social y educativa.

Efraín Gutiérrez indicó que transformarse en eso se requiere del apoyo de agentes externos, por ello el Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) les otorga libros, capacitaciones y talleres permanentes.

La sala de lectura que dirige, ahora es vista como un proyecto de movilidad social pensado para establecerse en un contexto educativo, social y cultural, siempre a favor de sus usuarios, expuso.

El único objetivo de la comunidad es generar el cambio y la transformación de las prácticas formadoras de lectores y de seres humanos, explicó,  mediante talleres de arte plásticas, fomento a la lectura, teatro y educación.

Los niños acuden con sus padres a la convivencia dominical y realizan actividades de canto, baile, música, lectura, escritura, ilustración y diálogo; es decir, se convierte en un programa educativo, artístico, cultural y social, mencionó.

A ello se suma la utilidad de las tecnologías de la información, que han formado parte importante de este tipo de agrupaciones sociales, ya que permiten el contacto mediante redes sociales con los usuarios, dijo.

Imagen Zacatecas – Raúl Silva