Las locuras económicas de AMLO aumentan

México ya vivió y padeció una estrategia económica basada en los subsidios, el control de precios, el gasto público sin control y el Estado como hacedor de todo. Fue el país de las crisis económicas entre 1975 y 1982 y cuyos efectos nocivos llevaron a la pobreza a más de la mitad de los mexicanos … Leer más

México ya vivió y padeció una estrategia económica basada en los subsidios, el control de precios, el gasto público sin control y el Estado como hacedor de todo.

Fue el país de las crisis económicas entre 1975 y 1982 y cuyos efectos nocivos llevaron a la pobreza a más de la mitad de los mexicanos que, por cierto, ningún gobierno ha podido sacar de ahí.

Controlar los precios de la gasolina, subsidiar a 2.5 millones de jóvenes, volver a hacer de PEMEX la única empresa que puede tocar el petróleo mexicano, son pasos hacia aquel pasado que a México le costó tanto trabajo superar.

Alguien le dijo a López Obrador que en realidad lo que planean es un regreso al Desarrollo Estabilizador, aquella estrategia de los años 60s y 70s que logró crecimientos económicos espectaculares en medio de baja inflación y que creó las grades clases medias mexicanas.

Bueno, por lo que propone AMLO está totalmente alejado de ese modelo.

En realidad, su estrategia de subsidios y controles de precios propiciará exactamente lo contrario: creará otra vez un círculo vicioso que se alimenta con decrecimiento económico, grades depreciaciones del peso contra el dólar  e inflaciones galopantes.

Nadie alrededor del mesías y él mismo, quiere entender que los puntos débiles de la economía mexicana son el manejo de las finanzas públicas y la imposibilidad de que crezca más allá del 2% anual, en promedio, como ha sido en los últimos 40 años.

México necesita fortalecer sus finanzas públicas con un ejercicio más eficiente del gasto público y con una reforma tributaria que aumente los ingresos gubernamentales.

El país ya no se puede financiar con el petróleo y, desde luego, tampoco puede apoyar su gasto público con deuda.

Por la parte de ingresos tributarios México obtiene solo el equivalente a 17.2% del PIB, sólo por encima de Panamá que obtiene 16.6%, Perú, con el 16.4% y Venezuela, con el 14.4%; Brasil, Argentina y Uruguay recaudan en impuestos por encima del 27% y los países de la OCDE recudan en promedio 34.3 por ciento.

Es decir, México no tiene de donde subsidiar, ni cómo aumentar su gasto público sin caer en déficits que necesariamente se convierten en deuda pública; y aunque se prometa honestidad absoluta, que no es cierta; ni aunque se diga que se bajarán los salarios, se cancelarán seguros médicos y celulares, es suficiente como para fortalecer las finanzas públicas.

El otro problema, el del crecimiento, ya es un caso de raquitismo en una economía con bajísima productividad, que no promueve, no capta suficiente inversión.

Si AMLO llega y aplica sus recetas, la inversión caerá aún más y el bajísimo crecimiento será reemplazado por decrecimiento.

Lo hemos dicho en este mismo espacio, las recetas económicas de AMLO son una verdadera locura que regresarán al país a las macro crisis económicas que destruyeron el patrimonio de los mexicanos en los regímenes de Echeverría y López Portillo.

Ni más, ni menos.

Hasta el próximo lunes y mientras no deje de seguirme en mi página de FB Perspectivas de Luis Enrique Mercado.

Imagen Zacatecas – Luis Enrique Mercado




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