Los barrios demandan energía eléctrica

Ni duda cabe, desde los orígenes de esta población, sus habitantes han demandado de las autoridades  la dotación de servicios públicos para poder integrarse al desarrollo integral de la comunidad. Las justas aspiraciones comúnmente no eran ni han sido debidamente atendidas. Como resultante de la tradicional indiferencia del poder a los reclamos de la sociedad, … Leer más

Ni duda cabe, desde los orígenes de esta población, sus habitantes han demandado de las autoridades  la dotación de servicios públicos para poder integrarse al desarrollo integral de la comunidad. Las justas aspiraciones comúnmente no eran ni han sido debidamente atendidas. Como resultante de la tradicional indiferencia del poder a los reclamos de la sociedad, cualquier tipo de petición terminaba en el cesto de la basura.

Si decidiéramos registrar una cronología de los “institucionales” desprecios nos faltaría más espacio. Recurriremos tan solo a un testimonio de los tiempos que narra el intento de cuidarnos para contar y disfrutar en este caso de la energía eléctrica en sus viviendas. Para ello citaremos una misiva fechada el 14 de enero de 1938 por vecinos de la Calle de Plateros y barrios colindantes.

Las familias de aquellos barrios ya se habían percatado que en esta ciudad desde el año de 1907, con la aparición de la The Fresnillo Company, ya se utilizaba la energía eléctrica por la empresa minera, pero en el plano industrial.

En ese tiempo para la iluminación en las calles se recurría a faroles con velas; así como teas y hachunes que utilizaban como combustible aceite y derivados del petróleo. La plaza principal tenía alumbrado de gas. Las viviendas por su parte contaban con aparatos de petróleo o en su caso velas y veladoras de parafina o sebo.

Para el año de 1917 la empresa minera instala una planta generadora de electricidad con capacidad de 7500 caballos de fuerza. Las instalaciones mineras y viviendas de los norteamericanos contaban con suficiente energía para uso industrial como doméstico. Además ofertaban el suministro a la comunidad cobrando un peso mensual por una carga de 50 watts.

Es evidente que la mayoría de la población no se beneficiaba en lo absoluto del fluido eléctrico. Debemos citar además que desde los veinte empresarios locales instalaron en distintos rumbos pequeñas plantas de luz, así se les conocía, para abastecer determinado número de viviendas a cambio de cuotas convencidas.

Durante las décadas de los cuarenta y cincuenta opera en esta ciudad la Compañía de Luz y Fuerza de Fresnillo, S. A. Integrada por accionistas independientes junto con la empresa minera a la que vez eran los propietarios del equipo. La planta estuvo en operaciones por la avenida hidalgo (punto de referencia las instalaciones de la CFE).

Su errática y fraudulenta operatividad y administración provocó innumerables conflictos con el usuario hasta llegar a su desintegración. Más adelante aparece la planta Termoeléctrica de Calera de la CFE para abastecer del fluido necesario a la comunidad.

En la evidencia escrita, a la cual hacemos referencia, aparecen nombres y firmas de los solicitantes, en su totalidad vecinos de la calle de Plateros.

Reproducimos textualmente el contenido: Sr. S. N. Cook, gerente general de la The Fresnillo Company, Presente. Muy señor nuestro: El suscrito en representación de los vecinos de la calle de Plateros y demás barrios, comparezco ante usted por la presente para solicitar de esa gerencia a su digno cargo el que dé órdenes a quien corresponda a fin de que sea extendida la corriente eléctrica hasta aquellos barrios con el objeto de poner en nuestras habitaciones luz. En espera de su resolución favorable sobre el particular, me es grato suscribirme de usted. Atentamente Gilberto Vega. 

Al final de la carta (escrita a máquina) aparecen nombres y firmas de vecinos, entre ellos: Anastasio Hernández, Nicolás García, J. Concepción Esparza, José Bañuelos, Manuel García, Cleofás Vásquez, Manuel Gutiérrez, Patricio Sánchez, Alberto Martínez, Francisco Hernández, Gregorio Montañez, Manuel Martínez, Clemente Palacios, Jesús Triana, Simón Martínez, Santana Delgado, Manuel Cortez, José Robledo, Modesto Zavala, Guadalupe Flores, Manuel Flores, Valentín Delgado, Martin González, Maximinio Mendoza, Elías Gaitán, Martin Saucedo, Chon Aguilera y José Martínez.

El remitente daba su domicilio: Calle Plateros número 57.

Con relación al tema no hace muchos años conversamos con algunos de los descendientes de los firmantes, ellos aportaron importantes datos al recordar aquellos instantes en que la energía eléctrica llegó a sus moradas. Narran emocionados la alegría y a la vez asombro de ver iluminadas las diversas estancias del hogar, desde luego el haber escuchado en la casa la radio.

Testimonios de esa naturaleza, para quien se interesa en conocer algo de nuestro pasado, los puede consultar en las instalaciones del Club Amigos de Fresnillo, ubicado en el segundo nivel del Edificio San Lorenzo entre la avenida Hidalgo y la calle Sor Juana Inés de la Cruz, en el corazón del verdadero centro histórico de Fresnillo.

De la aludida petición otros apuntes nos indican que la respuesta fue afirmativa. Las evidencias que corroboran nuestra percepción han sido de los contratos y recibos que hablan del servicio y cuotas asignadas, precisamente cuando no había medidores.

 

Imagen Zacatecas – Redacción




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