El jerezano Rubén García Arellano vive desde hace más de 30 años en Los Ángeles, California. Desde entonces, en cada ocasión que viaja desde su lugar de residencia a su natal Jerez aprovecha para visitar el Santuario de Plateros y dar gracias al Santo Niño de Atocha por los favores concedidos. El peregrino manifestó que … Leer más
El jerezano Rubén García Arellano vive desde hace más de 30 años en Los Ángeles, California.
Desde entonces, en cada ocasión que viaja desde su lugar de residencia a su natal Jerez aprovecha para visitar el Santuario de Plateros y dar gracias al Santo Niño de Atocha por los favores concedidos.
El peregrino manifestó que siempre ha sido devoto del Santo Niño y siempre ha recibido favores y gracias.
Aunque su vida ha estado llena de milagros por intercesión del niño, reconoció que el milagro más grande que le ha hecho es concederle su salud y recuperación a un hermano.
Precisó que su familiar fue arrastrado varios metros por un caballo y aunque las lesiones que sufrió fueron severas, su pariente sobrevivió y se recuperó.
Dijo que desde que fueron bendecidos con este milagro, cada vez que tiene la oportunidad llega a visitar al Santo Niño para dar gracias por el favor concedido a su hermano y por cuidarlo siempre en la Unión Americana, pues consideró que la situación a veces se torna difícil y peligrosa.
El creyente comentó que en Estados Unidos trabaja en la construcción y cada día se encomienda al Santo Niño.
Sintió gran emoción al recordar que hace 30 años colocaron un retablo en agradecimiento y hasta la fecha permanece.
Imagen Zacatecas – Omar Lira