Fabrican sillas artesanales de álamo, sauce y tule

RÍO GRANDE.- Las sillas artesanales de álamo y sauce tejidas con fibra de tule son una tradición que la familia Canales Valadez, del barrio de Los Canales en la comunidad de Los Ramírez, en este municipio, se ha encargado de rescatar por décadas. Imagen platicó con doña Hilda Valadez sobre el rescate que ha realizado … Leer más

RÍO GRANDE.- Las sillas artesanales de álamo y sauce tejidas con fibra de tule son una tradición que la familia Canales Valadez, del barrio de Los Canales en la comunidad de Los Ramírez, en este municipio, se ha encargado de rescatar por décadas.

Imagen platicó con doña Hilda Valadez sobre el rescate que ha realizado su familia de esta artesanía que se remonta a 4 generaciones atrás y que únicamente se trabaja en Río Grande.

Doña Hilda comentó que los abuelos de sus abuelos ya hacían sillas a mano con lo que la naturaleza les daba, solo apoyados por una cuchilla.

Ella y su esposo, Margarito Canales, conocían el arte de tallar la madera y tejer el tule, por lo que decidieron continuar con una tradición que estaba cercana a perderse perderse, ya que solo sus familias continuaban trabajando.

Desde el inicio, los Canales Valadez participan en todo el proceso de creación, desde cortar las ramas de sauce y álamo en las orillas del río Aguanaval, así como el corte de la fibra de tule en la Laguna de La Onda, hasta el tallado, tejido y decoración de las sillas. 

Décadas atrás, el tallado se hacía de manera manual, apoyados en pocas herramientas como un mazo y cuña de madera, además de una cuchilla.

Con el paso de los años fueron adoptando otras herramientas, pero la esencia artesanal se conservó hasta estos días.

La familia ha creado 5 tejidos, donde los más complejos son los de cuadro, de gajo y de gallo, los cuales tardan en elaborar 30, 45 y 60 minutos respectivamente.  

Su creatividad e ingenio los ha llevado a crear nuevas piezas artesanales como bancas, comedores, mesas, mecedoras, e incluso roperos, labor artesanal que ha sido reconocida en Zacatecas, México y en otros países por su participación en diversas ferias y expos.

Sus sillas, mesas y artículos forman parte de la decoración y mobiliario de cientos de hogares y diversos restaurantes mexicanos en el país, Estados Unidos y hasta España.

Para mantener viva la tradición, don Margarito Canales imparte 3 talleres al año en el Instituto de Desarrollo Artesanal de Zacatecas, además de enseñar a jóvenes de su comunidad a trabajar la madera y las fibras. 

Doña Hilda apuntó que gracias a la naturaleza han podido salir adelante, por lo que también cuidan su entorno, ya que es este el que les ha proporcionado la materia prima con la que trabajan.

Doña Hilda afirmó que espera que sus nietos continúen con esta tradición familiar que, durante generaciones, ha dado a sus consanguíneos lo necesario para vivir.

Imagen Zacatecas – Alejandro Castañeda