
Jorge Miranda, secretario de Economía. | Foto: Cortesía.
El Runrún de hoy, martes 17 de junio del 2025.
La flamante instalación del Comité Promotor de Inversiones en Zacatecas —integrado prácticamente por los mismos funcionarios y líderes empresariales que ya forman parte de la Secretaría de Economía, el Consejo de Desarrollo Económico y otras alianzas de cámaras— se percibe más como un déjà vu burocrático que como un catalizador real.
Al crear otra instancia, el Gobierno admite implícitamente que los mecanismos previos no han logrado su objetivo central: atraer capital productivo. Los datos refuerzan ese escepticismo: el Índice de Competitividad Estatal 2025 del IMCO coloca a Zacatecas en el puesto 28 de 32, cuatro peldaños por debajo del lugar 23 que ocupaba al cierre de la administración pasada, y lo ubica entre las entidades con competitividad “media-baja”.
Peor aún, la inseguridad y la falta de certidumbre regulatoria han deprimido la inversión minera —principal motor económico local— 34.5 % desde 2012, fenómeno que golpea directamente a plazas como Peñasquito. Mientras secretarios como el de Economía de Oaxaca cortejan proyectos aeroespaciales en el Paris Air Show y construyen verdaderos ecosistemas sectoriales, Zacatecas sigue multiplicando comités.
La experiencia de la estrategia de proveeduría local lanzada por Rodrigo Castañeda en 2021, que no consiguió detonar un clúster industrial tras cuatro años, demuestra que la solución no es más promoción, sino crear condiciones —infraestructura, talento, seguridad jurídica y cadenas de valor— que hagan rentable invertir aquí. De lo contrario, este nuevo organismo será otro membrete en un estado que resbala en los rankings mientras otros avanzan.
Reclamos o alianzas: el riesgo de aislar a Zacatecas
Durante la sesión del Comité Promotor de Inversiones, los secretarios Jorge Miranda (Economía) y Rodrigo Reyes (Gobierno) aprovecharon el foro para lanzar una crítica frontal al gobierno federal, señalando como abandono la falta de apoyo a diversos proyectos estratégicos en Zacatecas. Paradójicamente, reconocieron que el único gran plan que sí avanza es Milpillas, impulsado precisamente desde la Federación. Aun así, centraron sus reclamos en la omisión de varias dependencias para destrabar seis proyectos mineros y la liberación de la autopista de cuota a Aguascalientes. El tono desafiante, lejos de construir puentes, podría terminar por ahuyentar los pocos respaldos institucionales que aún llegan al estado. En lugar de presentar una agenda común o propuestas técnicas para acelerar las inversiones, los funcionarios locales eligieron el camino de la recriminación pública. Empresarios como Yaco Reimers, Eduardo Vázquez Loya y Héctor Jaramillo también tomaron la palabra: Reimers criticó la competencia desleal de los productos chinos, mientras Vázquez —que ha crecido precisamente gracias a ellos— advirtió sobre posibles cambios en las reglas del juego económico. Jaramillo, más pragmático, pidió apoyo para obtener la denominación de origen del chile guajillo, herramienta que daría valor agregado a su producción. Grupo Modelo, por su parte, fue la excepción positiva: presentó sus marcas con el distintivo “Hecho en México”, ganándose el reconocimiento de los representantes federales Carlos Candelaria y Bárbara Botello. La reunión fue ágil y bien organizada, pero dejó claro que, más que una estrategia articulada, Zacatecas sigue atrapado en el reclamo. Faltó conocer la opinión del gobernador, David Monreal, aunque quizás también hubiera sido un reclamo y por eso prefirió expresar su opinión con su ausencia.
Ramírez Cuéllar y Ulises Mejía, testigos en silencio
Mientras los reflectores se centran en la disputa entre el equipo de Bienestar y el grupo político de Saúl Monreal, dos figuras clave de Morena en Zacatecas observan en silencio: Alfonso Ramírez Cuéllar y Ulises Mejía Haro. Ambos han optado por una participación discreta, pero su cercanía con la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, les otorga una posición estratégica en medio del vendaval interno.
Esta lucha por controlar la narrativa y eliminar adversarios dentro de Morena no es nueva, pero ha escalado con las declaraciones de Monreal y la reacción inmediata de quienes, desde programas sociales, buscan imponer línea. La sucesión se ha adelantado y, mientras algunos desgastan su capital político en ataques y desmentidos, otros, como Ramírez Cuéllar y Mejía Haro, prefieren dejar que la confrontación consuma a sus adversarios.
El escenario zacatecano está lejos de definirse, pero queda claro que no todos juegan en voz alta; algunos lo hacen desde las sombras, con tiempo y paciencia.
La Función Pública, atrapada entre expedientes antiguos y crisis vigentes
Mucho trabajo tiene por delante la Secretaría de la Función Pública en Zacatecas. Por un lado, anuncia con bombo investigaciones contra exfuncionarios que estuvieron en el gobierno hace más de una década —casos que, aunque importantes, parecen responder más a un ánimo retrospectivo que a una necesidad inmediata—. Pero por otro, tras la disolución del IZAI, ahora recae sobre esa dependencia la responsabilidad directa de atender todas las solicitudes de información pública, incluidas las que urgen transparencia sobre el polémico proyecto del Viaducto Elevado. La pregunta no es sólo si tiene la capacidad técnica para cumplir, sino si sabrá distinguir entre justicia histórica y rendición de cuentas presente. Porque mientras se escarba en el pasado, el presente exige respuestas concretas y oportunas.
Runrunazos
Mientras en Zacatecas aún no se define un proyecto económico inmediato con visión clara, en Sinaloa ya concretan inversiones estratégicas. El gobernador Rubén Rocha Moya revisa con el Grupo Aeroportuario Centro Norte un ambicioso plan que destinará mil 500 millones de pesos a modernizar los aeropuertos de Culiacán y Mazatlán.