
José Luis Medina Lizalde.
La protesta social organizada es la acción más eficaz para generar conciencia en la colectividad, su realización implica organización, convencimiento y comunicación directa.
La marcha concebida para reclamar la aparición con vida de dos prominentes empresarios del campo zacatecano del pasado martes quizá disminuyó su impacto debido a que horas antes aparecieron con vida.
La protesta social organizada es la acción más eficaz para generar conciencia en la colectividad, su realización implica organización, convencimiento y comunicación directa de un ánimo, de una denuncia, de un reclamo. Es, por dónde quiera que se le vea, signo de vitalidad ciudadana que pone a prueba la capacidad de escuchar de todo gobierno.
La actividad delictiva en Zacatecas tiende a agudizarse en comunidades y carreteras poco transitadas, dónde la cobertura informativa es de pocos alcances, por tal razón es la protesta social la mejor manera de colocar en el centro de la mirada colectiva lo que sucede en los municipios de la entidad debemos, además demandar de la autoridad una respuesta a la protesta social menos rutinaria, menos concebida para salir del paso.
La ciudadanía merece saber si Porfirio Trejo y Noé Martínez fueron víctimas del típico secuestro para exigir rescate, de ser así, si pagaron por su libertad y de no ser así por qué los soltaron.
El secuestro de individuos con patrimonio significativo perdió intensidad en los últimos años ¿Acaso está de regreso?
Las autoridades en materia de seguridad mantienen una comunicación defensiva, priorizan la difusión de méritos reales o imaginarios y omiten el deber de explicar el acontecer de su incumbencia conforma a la conexión entre causas, efectos y totalmente desentendidos de la misión orientadora que la disponibilidad de información permite.
Hay medidas de precaución que todos debiéramos conocer, cito el caso del profesorado de educación básica que vive en Guadalupe y trabaja en Ojocaliente o en Fresnillo ¿debe mantenerse geo localizable de tal manera que su entorno cercano pueda avisar a la autoridad ante cualquier indicio de riesgo? ¿Es posible tener un control que permita verificar la rutina desde el centro de trabajo? Creo que hay un déficit de creatividad que no debe continuar.
Cuando nació el grito de “Vivos se los llevaron, vivos los queremos” se sabía a quién dirigirse porque era el gobierno el autor de las desapariciones, Rosario de Piedra encabezó la heroica lucha de familiares desaparecidos por militares más o menos rastreados, por cuerpos policiacos específicos, por individuos ubicados, todo mundo sabía el móvil de la desaparición: El activismo ideológico de la víctima dentro o fuera de la ley.
Ya no es el caso, ahora los autores intelectuales y materiales son agrupaciones criminales sin domicilio conocido, sin uniformes ni identidades conocidas y la autoridad no ha sido capaz de comunicar lo que conoce respecto a los móviles de las desapariciones de jóvenes de ambos sexos, de adolescentes y de gente adulta.
Los simples mortales pondríamos nuestro granito de arena mediante la denuncia anónima para potenciar la reacción inmediata y la investigación policial, si fueran ampliamente difundidas.
Las características de los vehículos utilizados por los delincuentes en sus operaciones, así como los perfiles y señas de los individuos implicados y la información de cámaras de vigilancia cuando ésta existe, pero parece que la rutina es que todo quede “aquí entre nos”.
El crimen organizado ha sido parte de la prosperidad de regiones dónde lava el dinero obtenido de actividades ilícitas, pero a Zacatecas le toca el otro lado de la moneda, pues no solo no lava el dinero potenciador de la economía, sino que mediante la extorsión desalienta la ganadería, el comercio y últimamente hasta la agricultura.
Desde hace décadas, controlan ferias regionales, carreras de caballos, palenques y venta de cerveza, deciden sobre autorizaciones municipales y asignación de obra pública.
Todo esto no tiene nada de extraño dado que venimos de una historia dónde el crimen organizado se instaló en las alturas del sistema político, cómo lo atestiguan los sonados procesos penales contra ex gobernadores (Jorge Villanueva, Tomás Yarrington, etc.) y Genaro García Luna.
Pero también y quizás desde antes las bandas del narcotráfico se aposentaron en el poder municipal en prácticamente todo el territorio mexicano, como en Colombia, como en Estados Unidos, en Zacatecas sucede lo mismo.
Es menester que las disputas entre partidos no se conviertan en disputas entre autoridades de distintos partidos, solo así será posible el liderazgo institucional que permita desalojar de los niveles municipales a los grupos delincuenciales, muchos de ellos de precaria potencia de fuego cuya única ventaja es el miedo inoculado en los años de violencia.
La protesta social es aliada de la anhelada construcción de la paz en la medida en que la autoridad se ponga las pilas y no simplemente busque salir del paso.
La protesta social es el acto de comunicación.
Nos encontramos el lunes en Recreo