La autoridad moral, la receta

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

No por algo, en unos cuantos meses se hizo presidenciable Adán Augusto López. Sin reflectores egolátricos y con reiterada lealtad al proyecto que lidera López Obrador, ha establecido puentes de diálogo con la variopinta oposición sin bajar al sótano de la componenda facciosa. El Secretario de gobernación manifestó a los senadores de Morena, palabras más … Leer más

No por algo, en unos cuantos meses se hizo presidenciable Adán Augusto López. Sin reflectores egolátricos y con reiterada lealtad al proyecto que lidera López Obrador, ha establecido puentes de diálogo con la variopinta oposición sin bajar al sótano de la componenda facciosa.

El Secretario de gobernación manifestó a los senadores de Morena, palabras más palabras menos que “hay que construir la fuerza política con autoridad moral para apoyar las reformas que impulsa el Presidente”, poniendo el acento en el componente infaltable de la fuerza que busca cambios profundos y duraderos que en conjunto se enarbolan como la “Cuarta transformación”. El mensaje fue emitido ante el grupo parlamentario de Morena, conformado por individuos muchos de los cuales aprendieron la política durante la cohabitación PRI PAN que urdió Salinas de Gortari para culminar el fraude electoral de 1988 y que tuvo en la quema de actas y boletas electorales su punto de arranque.

Como consecuencia de la aparición de vías alternas al PRI para acceder a cargos públicos, la identidad partidista perdió fuerza en la medida en que, al cerrarse un camino, otros permanecen abiertos, lo que produjo una camada de políticos con “moral flexible”, que sin pudor alguno cambian de posición, que ofrecen en campaña lo que no piensan cumplir.

El llamado a fincar la fuerza política en la autoridad moral es muy oportuno para todas las fuerzas aglutinadas en torno a la #Cuarta transformación, muchas veces minadas por las diversas maneras de practicar la “moral flexible”, que van desde resistir la austeridad republicana en cabeza propia al mismo tiempo que se apoya la que recae en cabeza ajena, hasta por aprovechar desacuerdo con cada episodio particular para descalificar toda la cuarta transformación manteniendo una careta de “crítico” y “honesto”, o su contraparte igualmente deleznable, la que endereza ataques irracionales contra los que piensan distinto como táctica para “hacer méritos”.

El culto al político “exitoso” es igual de riesgoso que el culto al “empresario exitoso” porque no atiende lo moral, solo el resultado, lo que no obsta para que lo moral siga siendo tan determinante, por eso, se calumnia, se orquestan campañas difamatorias contra quién se pretende destruir.

Otro gallo cantaría

Para apreciar la diferencia entre una política con autoridad moral es útil un repaso al “aquí y ahora” de Zacatecas.

Con un ingreso familiar severamente lastimado por la pandemia, la clase política gobernante incrementa impuestos como el predial, cobro permisos y licencias, impone nuevas placas vehiculares, deja sin empleo a miles de trabajadores estatales y municipales, retiene quincenas, prestaciones y pensiones, ya se anunció el inminente aumento de tarifas del agua, adeuda a proveedores etcétera, el argumento es la “falta de recursos” ¿y si ese argumento lo utilizan los contribuyentes para no pagar el impuesto predial y los automovilistas para no canjear sus placas?

El estado ruinoso de las finanzas públicas en Zacatecas es de todos conocido, ¿Cómo enfrentarlo? Aplicando la receta que el paso sábado les sugirió el titular de gobernación a los senadores de su partido, que es de aplicación general: CON AUTORIDAD MORAL

¿Imagina usted lo que experimenta una población agobiada por desempleo, inflación, incremento de impuestos y demás calamidades cuando se entera de que en el modesto municipio de Miguel Auza sus regidores se auto complacen con un incremento de 6mil pesos mensuales y en su generosidad incluyen al Presidente y Srio del ayuntamiento?

¿Cómo estará recibiendo la gente la pretensión de revivir las “herramientas legislativas” por una legislatura que carece de titular de control interno, de secretario general y que anda de la greña por el cargo de tesorero? ¿Se podrá confiar en una legislatura que no ha sido capaz de poner orden ni en los gastos de gasolina, qué no ha procedido a presentar denuncia por los probables delitos plasmados en el acta de entrega-recepción?

Cuestión de modos

Para despedir del empleo, quien lo hace necesita mucha autoridad moral, la gente no se fijaría como se fija, si no fuera testigo de la colocación de novias o novios, sobrinos, personal político y parientes en nóminas saturadas cada vez que entre un nuevo gobierno.

Los 104 mil mensuales que percibe un diputado local según lo manifestado por uno de ellos, le hubiera permitido a la actual legislatura un gesto que hubiera cosechado aprobación social, bastaría con acordar, como impulsó Morena en otros estados, la disminución razonable de sus percepciones.

Si el gobierno del estado publicara los lineamientos de su política laboral que ofrecieran la garantía de que no repiten las prácticas de gobiernos anteriores de despidos arbitrarios medidos en laudos que sangran las finanzas, cosecharía apoyo social en vez de encono.

“EL “modito” es el secreto, solía decir Lázaro Cárdenas.

Nos encontramos el jueves en Recreo

@luismedinalizalde | [email protected]




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