Elogio de la terquedad

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

Hace mucho daño la idea de ejercer como ciudadanos solo cuando se vota, renunciando a hacerlo todos los días en todos los asuntos públicos en torno a los cuales tenemos legítimos intereses. Los medios de comunicación y las redes ofrecen un rosario de luchas inconexas dadas por unos cuantos a los que les damos o … Leer más

Hace mucho daño la idea de ejercer como ciudadanos solo cuando se vota, renunciando a hacerlo todos los días en todos los asuntos públicos en torno a los cuales tenemos legítimos intereses.

Los medios de comunicación y las redes ofrecen un rosario de luchas inconexas dadas por unos cuantos a los que les damos o les negamos la razón en silencio sin involucrarnos, aunque tengamos conciencia de que tal lucha es de interés general.

La cobertura informativa se concentra en lo que hacen bien o mal los gobernantes, pero hay otra cara de la realidad, la de los tercos.

El sábado 5 de marzo, un grupo de trabajadores de medios de comunicación se congregaron en la Plaza de Armas de Zacatecas para protestar por el artero asesinato de Juan Carlos Muñiz, periodista y taxista fresnillense.

El sábado anterior hubo protesta similar del mismo gremio con similar motivación. Más allá de la resonancia mediática, por cierto, leve. Ambos actos aparentan lucha aislada, sin pueblo, sin concurso mayoritario del propio gremio.

Hemos visto a Ricardo Bermeo junto con unos pocos, protagonizar esfuerzos por los desaparecidos, esfuerzos que aparentan aislamiento, sin pueblo, sin concurso siquiera de una porción significativa de los familiares de desaparecidos

Don Roberto de la Rosa, humilde campesino de Mazapil, ha dado una heroica lucha en defensa de su comunidad, Salaverna, lucha que aparentan aislamiento, sin pueblo, sin concurso siquiera de los despojados por las empresas mineras en distintos rumbos del estado.

Así hemos sido testigos de la conmovedora lucha de los ex braceros para que les devolvieran lo que les robaron, luchas y luchas sin los cuales no habría esperanza ni victorias de la justicia social y la democracia, luchas como las que heroicas mujeres precursoras de la igualdad entre hombres y mujeres dieron en épocas dónde el objetivo se veía imposible ¿Alguien supone que el voto femenino fue un regalo de los hombres?

Las apariencias engañan, gracias a esas luchas aparentemente solitarias, los pueblos viven momentos de grandes hazañas cuando el mensaje de los tercos se instala en las conciencias colectivas, a los tercos de les debe que el mundo no pare nunca, que lo mueva la esperanza.

¿Qué sería del mundo sin tercos y tercas?

El hartazgo zacatecano en contra de una clase política centavera e improductiva genera la confluencia de quienes sueñan vivir en un estado sin impunidad y el cual cada quien cumpla la tarea por la que cobra. A partir de la exposición pública de la “estafa legislativa”, múltiples voces se elevaron en demanda de que ésta vez no quede todos en llamaradas de petate, que se revise la actuación de todas las instancias que han hecho posible la reincidencia en la contratación de empresas fantasmas, facturas falsas y viáticos desmesurados. Han sido periodistas los primeros en convocar la atención pública sobre la disfuncionalidad de un poder legislativo desentendido de sus deberes y atrapado en reyertas ajenas a motivaciones ideológicas y propósitos institucionales, disputas de egos y parcelas de ilusorio poder.

Tomaron la bandera en forma destacada los dirigentes agropecuarios aglutinados en el “Parlamento Campesino” quienes han celebrado reuniones en demanda de que tomen cartas en el asunto las instancias locales y federales con vela en el entierro.

Un listado de más de cien ciudadanos de todos los partidos e ideologías firmó un documento solicitando a los diputados el nombramiento inmediato del órgano de control interno del poder legislativo (Se cumplieron 4 años de desacato).

Un pequeño grupo de abogados se propuso asistir con sus conocimientos jurídicos cada actuación de los ciudadanos interesados en la causa.

En estos momentos y a diversos ritmos, se recaban firmas en demanda de esclarecimiento y aplicación de la ley en el caso de la estafa legislativa y en respaldo a la petición de designación inmediata del órgano de control interno.

La terquedad genera frutos, la legislatura local es, en estos momentos, objeto de una auditoría por primera vez en su historia. Gracias a los tercos que mantienen vivo el tema en el ánimo social no les será fácil, si lo intentan, torcer las cosas y negociar en sigilo para defraudar la justicia, como suele hacerse.

Batalla clave

La batalla ciudadana por contar con un poder legislativo sin corrupción y dinámico es estratégica, la adecuación a la nueva realidad del marco jurídico local es de suma urgencia, el cumplimiento de la vigilancia de los poderes ejecutivo y judicial y de órganos autónomos es esencial para superar la atrofia institucional que nos hace impotentes ante la inseguridad y pobreza.

El político trepador no se define en temas locales de corrupción, a pesar de que los votos que le dan vida son de ciudadanos locales ¿Por qué será?

Nos encontramos el jueves en Recreo.

@luismedinalizal | [email protected]




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