Crisis policial crónica

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

La severa crisis policial que padece Zacatecas no se reduce a una inconformidad coyuntural de agentes de la policía estatal preventiva pésimamente manejada. La situación debiera aprovecharse para iniciar el radical viraje que Zacatecas espera de su gobierno, para ello, es ineludible reconocer que los gobernantes anteriores, estatales y municipales, carecieron de política de seguridad … Leer más

La severa crisis policial que padece Zacatecas no se reduce a una inconformidad coyuntural de agentes de la policía estatal preventiva pésimamente manejada.

La situación debiera aprovecharse para iniciar el radical viraje que Zacatecas espera de su gobierno, para ello, es ineludible reconocer que los gobernantes anteriores, estatales y municipales, carecieron de política de seguridad específica para sus respectivos ámbitos.

David Monreal se deslinda del pasado al referirse al mismo como “herencia maldita” y un deslinde político lleva implícito el compromiso de no reproducir las prácticas y contenidos de las que se deslinda.

Lo primero que urge cambiar es el perfil del Secretario de Seguridad porque desde que esta función dejó de estar a cargo de la Secretaría General de Gobierno, se ha desnaturalizado el encargo al poner al frente a perfiles adecuados para ser jefes de la policía estatal preventiva, componente importante pero no único de la seguridad, es una equivocación conceptual semejante al del dueño del avión que contrata como piloto al mecánico del mismo o al sobrecargo.

EL jefe policial diseña operativos tácticos de prevención, contención y ataque, supervisa acciones, mantiene disciplina, reporta y eventualmente acompaña acciones de riesgo. El Secretario de Seguridad planea la ejecución de decisiones de carácter general derivadas de la política institucional de seguridad que incluye actividad penitenciaria, prevención en sentido sociológico y operativo, registro y diagnóstico, administración de recursos humanos, materiales y financieros, relaciones con la sociedad e inter-institucionales. La función policial es técnica y la función del secretario de seguridad es política.

 

Los técnicos cumplen su cometido subordinados a la política, los “científicos” del porfiriato nunca pretendieron ignorar su subordinación el poder político del dictador. Los técnicos de la guerra “ejército” acatan las decisiones de los políticos como hoy usted lo aprecia en Ucrania, lo mismo sucede en países sin guerra dónde es común nombrar secretario de defensa a alguien ajeno a las fuerzas armadas en congruencia con la esencia política del cargo (El presidente de Chile Gabriel Boric nombra a la nieta de Salvador Allende como ministro de las fuerzas armadas).

México aún no acceda a nombrar a un civil como Secretario de la Defensa Nacional, espero que no tarde.

 

 

López Obrador coloca al frente de la seguridad ciudadana a políticos como Alfonso Durazo primero y Rosa Icela Rodríguez después. A los policías y militares los nombra al frente de actividades policiales y militares, algunas adscritas al sistema de seguridad.

        Años y años cometiendo el mismo error

En Zacatecas seguimos en el atraso de nombrar dirigiendo el todo al apto para encabezar una de las partes, la policial.

¿Es posible triunfar sobre la delincuencia sin limpiar de corrupción las instituciones públicas? Si Zacatecas lo logra será una hazaña mundial.

Tenemos más de 15 años siendo testigos de la aplicación inmisericorde la ley de “plata o plomo”, policías asesinados y policías asesinos, policías secuestrados y policías secuestradores, insuficiencia de personal, de equipo, de entrenamiento, de remuneración, de cohesión, de cercanía con la ciudadanía, de narrativa oficial etcétera.

Es cierto que la cobertura informativa gira alrededor de sucesos y menosprecia tendencias cuantitativas y cualitativas plasmadas en cifras de INEGI o del Sistema de Seguridad Pública y que se pasó del extremo de ocultar o minimizar al de comunicar sin contexto y que no pocos descalifican con lapidarios juicios lo que no entienden, pero ¿Acaso hay una política informativa, sin censura de por medio, que permita a los medios ser parte de la solución?

Ignoro si el general Marín es apto jefe de la policía estatal preventiva ahora en rebelión, lo que creo es que no es apto para ejercer el cargo de Secretario de Seguridad del gobierno del estado, su proceder con los inconformes a los que despide después de asumir compromisos para terminar el paro de unos días antes y con eso volver a prender la mecha, lo retratan privado del más elemental sentido político.

¿Cuál es la razón de otorgar cargos locales a no locales? ¿Los nexos con criminales?  por el contrario, para los foráneos es más fácil ocultar tales nexos que para los locales.

Se comete un gran error al despedir voceros del descontento policial, es mejor escucharlos y reconocer todo aquello en que la verdad los asiste.

                              Viraje urgente

Es de desear que Monreal busque el adecuado perfil para la tarea, que distinga entre los saberes técnicos y la función política inherentes al cargo, que emprenda la renovación de estructuras contaminadas por la “herencia maldita”, como tendrán que hacerlo el actual de Michoacán y el candidato que gane en Tamaulipas.

El combate a la corrupción es la clave del triunfo

¿No es la ciudad de México un elocuente ejemplo de éxito local frente a la delincuencia?

 




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