Caída de máscaras

La república ficticia es la que se desmorona, la república real se desenvuelve con firmeza. La creación del autonombrado Consejo Electoral Ciudadano para fijar las reglas mediante el cual la oposición conducida por Claudio X (PRI, PAN Y PRD) definirá la candidatura presidencial de 2024.

Un grupo de ex consejeros del IFE y del INE, una ex presidenta del TRIFE y algunas figuras de la “sociedad civil”, académicos e intelectuales, se quitan la máscara con la que navegaron tantos años y hacen públicas sus inclinaciones partidarias, reconociendo lo que tantas veces negaron.

La oposición decidió no esperar hasta que arranque el año electoral (4 de septiembre) para remontar la ventaja que les lleva el adversario ¿MC denunciará también tal “adelanto” como lo hizo con las corcholatas?

La máscara de “sociedad civil” se desgasta cada día, ¿para qué seguir simulando?

La discusión pública de las resoluciones de la SCJN y de la corrupción en el poder judicial incomoda a la primera generación de juzgadores inmersos en el debate público de su desempeño, con el tiempo se acostumbrarán como ya lo hicieron los integrantes de los otros dos poderes desde hace buen rato.  Solo la ciudadanía informada puede hacer frente al carácter faccioso de la SCJN y las zonas podridas en el poder judicial, el culto a su infalibilidad solo sirvió para prolongar siglos de injusticia. En lo sucesivo, los servidores públicos llamados jueces, magistrados y ministros vivirán la realidad de que por “sus sentencias los conoceréis”.

Ya no tengo dudas de la vinculación de la parte mayoritaria de ministros de la SCJN están conectados a los intereses estratégicos de la oposición liderada hoy por Claudio X y que su anulación del Plan B” sin examinar el contenido que valiéndose de infracciones al proceso legislativo, tuvo el incentivo perverso de bloquear la disolución de dos fideicomisos del INE, pues en esa materia, la SCJN tiene mucho más dinero en fideicomisos que los que tiene el órgano electoral.

La máscara que usan ya no los alcanza a cubrir.

Hacia la normalidad debatiente

Mi convicción de que la SCJN es facciosa no me impide reconocer que tiene plena competencia para vigilar el acatamiento cabal de los procedimientos legislativos y que ninguna de las cámaras del Congreso de la Unión defendió su actuación en el procesamiento del “plan b”, coincido con la postura de la ex ministra y ahora senadora cuando lamenta que la SCJN no examinara el contenido de la reforma, aunque admite que el poder judicial no hizo bien su tarea.

El poder legislativo es el más indisciplinado de los tres, ni siquiera puede eliminar el ausentismo de los que carecen del más elemental sentido del deber, la falta de sanciones genera muchas disfuncionalidades que no tenemos por qué seguir tolerando si queremos un país mejor.

El debate entre poderes es muy bueno porque permite que la gente detecte fortalezas y debilidades de cada institución y se mantenga familiarizado con lo que le corresponde a cada una, la transparencia de lo público es el antídoto contra la descomposición.

La apariencia de armonía entre poderes solo ha servido para encubrir las redes de corrupción cuyo desmantelamiento está es una primera fase.

Para las “buenas conciencias” de la vida pública es escandaloso que el gobernador de Veracruz denuncie a una jueza por el auto de libertad en el plazo de una hora al “Compa playa”, presunto multi homicida y capo del crimen organizado, su acción rompe con la tradicional indiferencia de los  gobernante ante decisiones judiciales de este corte  que cuando son motivo de discusión pública el autónomo juez le echa la bolita al autónomo fiscal hasta que la noticia pierde interés, como ha sucedido en Zacatecas. Aquí cabe subrayar la obligación política de todo gobernante contra la impunidad, lo que implica el deber de denunciar desempeños anómalos de los operadores del estado de derecho, sean fiscales o jueces.

Gobernar evadiendo responsabilidades

Los gobernantes de Zacatecas siempre guardaron cobarde silencio ante los crímenes cometidos por militares, marinos y policías federales cometidos en territorio zacatecano durante los mandatos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

El respeto entre poderes nada tiene que ver con alcahueterías, esa máscara es la consagración de la república ficticia que venturosamente cae a pedazos.

Llegará el momento en que los que simulan desde puestos concebidos para prevenir la corrupción sean debidamente denunciados ¿Quién ignora a estas alturas que la inmensa mayoría de los órganos de control interno y la carabina de Ambrosio cumplen funciones similares? ¿Quién denuncia?

El verdadero estado de derecho y la verdadera república saldrán fortalecidos del desmoronamiento de la república ficticia.

Los que confunden la realidad con la apariencia se angustian y se oponen.

Ya entenderán.

Nos encontramos el jueves en Recreo

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