A ponerse las pilas

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

Los gobiernos entrantes en el estado y los municipios deben enfrentar la inseguridad con una mentalidad distinta a la que ya fracasó.

El próximo gobierno encontrará que la delincuencia mantiene la iniciativa de manera tan contundente, que ha convertido a Fresnillo en referencia trágica por encima de cualquier otro municipio del país, aunque Guadalupe, Zacatecas y otros, viven situaciones aproximadas.

El primer paso para resolver un problema es reconocer que existe, en ese sentido, los gobiernos entrantes en el estado y los municipios deben enfrentar la inseguridad con una mentalidad distinta a la que ya fracasó, asumiendo que el reto mayúsculo es el de potenciar al máximo la capacidad de reacción inmediata ante los hechos delictuosos.

Mediante la instalación de cámaras de vigilancia en los accesos de las ciudades del territorio y un sistema que enlace cuyo centro de mando pueda enlazar unidades de corporaciones policiales y castrenses esparcidas en el territorio zacatecano debe ser posible emprender operativos de búsqueda, persecución y captura de delincuentes en fuga. Las cámaras debidamente utilizadas aportan datos de modelo, placas color y rumbo de los vehículos utilizados, evitan la dispersión de elementos y facilitan el cerco o la persecución.

Existe una ciudad ejemplarmente segura, San Pedro Garza García, estado de Nuevo León, que presenta los mejores números al respecto en todo el continente Americano, muchos atribuyen su privilegiada situación a que ahí residen ricos entre ricos, pero dónde hay ricos hay pobres que se encargan de servirlos tal como sucede en otros universos urbanos sin el nivel se seguridad alcanzado por ese municipio, la diferencia estriba en que en San Pedro Garza García se juntó mucho dinero con mucho sentido común, haciendo de la vigilancia tecnológicamente vanguardista su principal aliado, disponiendo de guardaespaldas entrenados y supervisados hasta donde humanamente es posible para confiarles la custodia de los niños colegiales y los jóvenes en edad del “reventón”. Desde luego, hablamos de familias tan adineradas, que pueden gastar en darse un entorno seguro sin depender solamente de lo que puedan hacer los gobiernos.

Las ciudades zacatecanas carecen de universos urbanos con ese potencial, son los tres niveles de gobierno los que pueden sacar al buey de la barranca para alcanzar niveles aceptables de seguridad ciudadana.

Lentos y aplatanados

Es el sistema de video-vigilancia público el principal sostén, aunque complementado por los sistemas privados de video-vigilancia instalables en los accesos de fraccionamientos, negocios y viviendas de particulares.

Como siempre, el elemento humano no puede ser desplazado por la tecnología, en esa dirección,  muchos  sucesos criminales ponen en evidencia que cada quién reacciona como “Dios le da a entender”  sin atenerse a un protocolo básico, que dejan pasar horas y horas para reportar un secuestro, una desaparición, una amenaza, saboteando la reacción inmediata, útil sería que los nuevos Presidentes Municipales, junto con sus respectivos equipos de seguridad, recibieran un entrenamiento básico para reaccionar y detonar la respuesta de la fuerza pública, que tuvieran la atingencia de comunicar exhaustivamente a la población que gobiernan los números telefónicos de emergencia, las direcciones electrónicas para el mismo propósito, de manera tal que la denuncia ciudadana sea facilitada.

Me impresionó hondamente la narración de una madre afligida por su hijo policía, enviado por el Presidente municipal un día a las cuatro de la tarde a un asunto del que debió retornar máximo en hora y media y al que se le empezó a buscar hasta el día siguiente ya muy tarde, cuando la propia madre se percató, por su nuera, de su prolongada ausencia, si el Presidente municipal se hubiera percatado de la ausencia de su director de seguridad y comunicado con prontitud a un mando central, no se habría hecho esperar la búsqueda conjunta de los elementos de la Guardia Nacional, soldados y policías de municipios vecinos, no fue así, el infortunado funcionario municipal  fue localizado muerto cuando a los criminales les dio la gana que lo encontraran  dejándolo a la orilla de una carretera.

Éntrenle ya

Un dato a considerar es que hay gobiernos municipales que funcionan a control remoto debido a que es común que algunos presidentes municipales tengan su hogar real en Zacatecas o Guadalupe, aunque hayan nacido en el municipio que los eligió, circunstancia que se traduce en desatención mientras que ellos se dedican a “picar piedra” para reelegirse o buscar alguna diputación en “la que sigue”. Tal situación es originada en la ausencia de democracia interna de los partidos postulantes que estimulan al mismo tiempo el “quedar bien arriba” que quedar bien con los gobernados porque “ellos no deciden”.

Potencias la reacción inmediata ante los episodios de inseguridad es una urgencia en Zacatecas para abatir el terrorífico índice de impunidad, para ello es necesario repensar nuestra política local.

Ojalá que el cambio de gobierno no sea un simple cambio de personas. Los avestruces no lideran.

Nos encontramos el lunes en Recreo

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