El siguiente en la fila

Juan Carlos Ramos León.
Juan Carlos Ramos León.

Un letrero casi imperceptible en los sanitarios de muchos aviones contiene un mensaje fundamental para una óptima convivencia social: “Como un gesto de cortesía para el siguiente pasajero en usar el sanitario, antes de desechar su toalla, limpie con ella el lavabo”. Se trata de una recomendación que nunca he podido olvidar y que, por … Leer más

Un letrero casi imperceptible en los sanitarios de muchos aviones contiene un mensaje fundamental para una óptima convivencia social: “Como un gesto de cortesía para el siguiente pasajero en usar el sanitario, antes de desechar su toalla, limpie con ella el lavabo”.

Se trata de una recomendación que nunca he podido olvidar y que, por el contrario, me ha servido y guiado a lo largo de la vida como un eje rector de la misma: piensa siempre en el siguiente en la fila.

Me gusta tratar de dejar las cosas que sé que serán usadas por otros como yo hubiera querido encontrarlas o como quisiera encontrarlas la siguiente vez que las use.

Tal vez también, por esta misma razón, trato de ser muy cuidadoso con las cosas que no son mías, incluso lo soy más con ellas que con las propias.

Soy de los que devuelvo algo que me fue prestado antes de que se me requiera. Recuerdo haber escuchado por ahí, con relación al préstamo de libros, que “es muy tonto quien presta un libro pero más tonto quien lo regresa” y es algo con lo que nunca he estado de acuerdo porque se trata de un pensamiento que representa exactamente una idea contraria a aquello de lo que estoy convencido: piensa siempre en el siguiente en la fila.

No se trata de volvernos todos la Madre Teresa de Calcuta. Sólo se trata de ser un poco más considerados con los demás, entrar en conciencia de que no vivimos solos, y de que es fundamental para que existan orden y equilibro social el que tengamos presente que todos acabamos compartiendo hasta el aire que respiramos, es decir, todos vamos formados en fila y que, así como alguien va delante de mí, también hay otro detrás que espera recibir lo mismo que yo, con exactamente el mismo derecho que yo tengo, y que merece encontrar las cosas si se puede mejor de como yo las encontré, por educación, por generosidad o por lo que sea, pero que no es ni más ni menos que yo, sino simplemente el siguiente en la fila.

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