

Denuncian violencia y encubrimiento en el Centro de Actualización de Magisterio | Foto: Cortesía
Colectivo “Rompiendo el Silencio” exige acciones inmediatas y destitución de responsables.
ZACATECAS.- El Colectivo de Estudiantes y Docentes del Centro de Actualización del Magisterio (CAMZAC) “Rompiendo el Silencio” publicó un pliego petitorio en el que denuncia un grave deterioro institucional al interior del Centro de Actualización del Magisterio de Zacatecas (CAMZAC).
El documento, difundido este lunes, expone la existencia de violencias normalizadas, omisiones directivas y prácticas que han vulnerado a estudiantes durante años, sin que exista una respuesta efectiva por parte de las autoridades educativas.

El colectivo señala que diversas alumnas fueron víctimas de conductas inapropiadas cometidas por profesores, quienes, afirman, cuentan con denuncias formales presentadas ante instancias como la Secretaría de la Función Pública, la Secretaría de Educación y la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Estas acusaciones incluyen testimonios, relatorías y expedientes clasificados que, según indican, han sido minimizados o ignorados por áreas internas encargadas de recibir y procesar las quejas.
Las y los firmantes sostienen que la omisión institucional también constituye violencia. Aseguran que la desaparición de buzones de quejas, el extravío de actas, la difusión indebida de información confidencial y la falta de seguimiento a denuncias constituyen un patrón que protege a docentes señalados y deja en situación de vulnerabilidad al estudiantado.
El pliego exige ocho acciones inmediatas:
Destitución de docentes denunciados y directivos omisos
Apertura de investigación externa con enfoque feminista
Acompañamiento independiente
Garantías contra represalias
Auditoría del manejo histórico de denuncias
Transparencia de resultados
Capacitación obligatoria sobre ética y perspectiva de género
Reconocimiento público del daño institucional
El documento concluye que el CAMZAC, dedicado a formar futuras generaciones de docentes, no puede sostener prácticas de silencio e impunidad que contradicen su misión educativa, advirtiendo que la integridad del alumnado debe ser una prioridad ética innegociable.
