Dan el último adiós a Luis Enrique Mercado

La misa la ofició el obispo de Zacatecas, sigifredo Noriega Barceló. | Fotos: Miguel Alvarado y Carlos Montoya.
La misa la ofició el obispo de Zacatecas, sigifredo Noriega Barceló. | Fotos: Miguel Alvarado y Carlos Montoya.

A la misa acudieron amigos, familiares, trabajadores y funcionarios.

ZACATECAS.- Con un acto solemne lleno de respeto y admiración se despidió a Luis Enrique Mercado Sánchez, uno de los periodistas más reconocidos y queridos en el ámbito estatal y nacional.

El homenaje póstumo se realizó la mañana del martes en las instalaciones del periódico Imagen; uno de sus proyectos más ambiciosos y con mayor éxito donde dejó una gran huella y legado.

En el lugar, los trabajadores realizaron una guardia de honor para honrar su memoria ante una lona con una fotografía del “Jefe”, cómo de cariño se le llamaba.

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Ceremonia religiosa

La ceremonia religiosa fue oficiada por el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, quien celebró la vida del Jefe; honró su memoria y legado que dejó en la tierra a lo largo de 68 años.

La misa se realizó en “La Huerta”, finca que Mercado Sánchez construyó durante años con esfuerzo y dedicación.

Acudieron amigos, familiares, trabajadores y funcionarios, quienes respetaron la sana distancia entre los pocos asistentes.

“Que Dios haya encontrado a Luis Enrique en el mejor momento de su vida, lo imagino inquieto, mirando más allá del momento; en la presencia de Dios quien le dice pásale, ven hermano y cristiano”, dijo el obispo durante la ceremonia litúrgica.

El obispo aseguró que con las personas que apoyó a lo largo de su vida y las buenas acciones que realizó, cosechó un legado y cumplió su misión en la vida.

Además, deseó fortaleza y resignación a su esposa Luz María Hernández y a la familia Mercado Sánchez. Finalmente pidió a Dios “darle paz eterna y que luzca para el la luz perpetua”, dijo.

Su esposa agradeció la presencia de los asistentes y consideró que el periodista zacatecano tuvo una despedida digna y fue en su rancho La Huerta, su más grande amor al igual que el velero, compartió.

También lo recordó como un hombre completo, cabal y feliz.

Su hermana Patricia Mercado Sánchez se refirió a él cómo el pilar de la familia, la base, el sostén y el apoyo permanente; por lo que consideró que “la familia nunca estará completa otra vez”.

“Estuvo ahí para cada uno, fue como un padre, maestro, guía y ejemplo a seguir, su inteligencia periodista lo llevo a ser uno de los más importantes de México, antes de los 40 años fundó El Economista”, dijo su hermana.

Recalcó que en vida se refirió a su esposa Luz María como “su gran amor y que cuando se iba a casar externó que nunca había sido tan feliz”, compartió.

Fue una ceremonia íntima, solemne y serena; el cielo estaba despejado con un intenso azul, el sol calentaba pero no quemaba y el aire movía ligeramente los árboles que tantas veces vieron cabalgar a Luis Enrique en aquel lugar, fiel amante de los caballos, animales que, por cierto, permanecieron junto a sus restos durante la misa.