Seguridad de los hijos en internet

Debemos estar al pendiente de lo que ven los niños y jóvenes en internet, ya que pueden recibir información que no es benéfica para su desarrollo.

Este artículo que les mando no es mío, está traducido y adaptado a lenguaje escrito de la charla “Parenting for Purity” (Educando a los hijos en la pureza), con autorización de Jason Evert. Parte 14 de 21.

Así es como empieza:
Sinceramente, siento que ustedes se encuentran en una situación que nunca antes habían tenido que enfrentar los padres en la historia. Ser padre en 1600 era más o menos lo mismo que serlo en 1700, 1800 o 1900, pero ahora, cada año hay más desafíos tecnológicos: los mensajes de texto, el sexting, la pornografía. Las empresas pornográficas envían en promedio 2.500 billones, es decir, miles de millones, de correos electrónicos pornográficos al día para impulsar el negocio. Así que, si tu hijo tiene correo electrónico, tu hijo recibe porno, fin de la discusión.

Entonces llega la pornografía: “Mírame en mi cámara web”. Y si no tienes un filtro de Internet que bloquee las imágenes para adultos, entonces tu hijo hará clic en el “mírame” y lo llevará a un sitio porno. Y en ese momento queda atrapado, porque esa página lo lleva a otra y sale de esa y aparece otra página pornográfica, no puede salir de allí. Y la memoria que se almacena en el computador hará que sea más probable que le aparezcan anuncios con contenidos sexuales en el futuro.

Y no solo persiguen a los niños, es un cáncer en el matrimonio. Sé de unos esposos que se divorciaron, y ella contaba que estaba limpiando el dormitorio después del divorcio, levantó el colchón para cambiar las sábanas y encontró una pila de revistas de porno suave. Ella dijo: “No es de extrañar por qué teníamos tantos problemas en nuestra intimidad. Él no estaba haciendo el amor conmigo, estaba usando mi cuerpo para desear a esas mujeres en su imaginación”.

Y algunas personas dirán: “Vamos, en realidad no lo estamos haciendo”, pero ¿es este el concepto de fidelidad que tenemos?, ¿qué mi cuerpo te pertenece, pero mi imaginación es una puerta abierta?, ¿era eso lo que teníamos en mente cuando hicimos las promesas en el altar? Porque esas promesas las haces también con tu cuerpo: “Me entrego enteramente a ti”. ¿Será que en el acto conyugal estás renovando los votos matrimoniales con tu cuerpo mientras al mismo tiempo cometes adulterio con tu mente?

Algunas personas tratan de borrar el rastro, pero los niños lo encuentran. Una adolescente me dijo: “Jason, descubrí que mi papá ve pornografía, yo solía admirarlo, ahora ni siquiera puedo mirarlo. Pensé que era mejor hombre que eso”. Y, ¿qué significa para la adolescente a nivel psicológico descubrir que su padre ve porno?: “Dios mío, mi padre está deseando chicas que son dos años mayores que yo”. Es inconcebible el daño que eso le hace a una adolescente. Entonces, *la motivación para deshacerse de estas cosas no puede ser solo la vergüenza y la culpa, sino el amor por el cónyuge y por los hijos*.

Y los adolescentes no solo lo están viendo. Cada vez hay más adolescentes que se dejan llevar por estas cosas: “Conocí a un chico en línea y realmente le gusto”. No hay inhibiciones porque no están cara a cara, así que pueden caer en un tipo de relaciones que son de las peores del mundo. Es difícil controlar todo esto, pero puedes hacerlo.

Una cosa que hay que conseguir es un filtro de Internet para el computador. Simplemente escribe “filtro de seguridad de Internet” y encontrarás buenas opciones. También puedes obtener un software que te permite hacer seguimiento a los sitios web que se visitan desde ese computador. Hay uno que se llama “Covenant eyes” (covenanteyes.com). Otra opción es ingresar al navegador y verificar desde allí el historial de archivos del computador para poder ver qué sitios de Internet ha estado viendo tu hijo. El problema es que la mayoría de los chicos son listos y borrarán su historial antes de que tu puedas revisarlo. Entonces, debe estar un paso adelante. Puedes obtener un registro de teclado que permite verificar las últimas 1.000.000 de teclas usadas. Entonces, el niño escribe: “Playboy.com, eliminar, eliminar, eliminar” y queda el registro completo de eso. Se que es difícil porque tenemos que aprender a usar la tecnología, mientras que nuestros hijos ya pueden hackear el sitio web del Pentágono. Hay que ponerse al día.

Otra cosa que puedes hacer es ubicar el computador en un área de la casa de mucha circulación y no en la habitación, para así poder estar pendiente de lo que está viendo en internet. Hoy en día también hay aplicativos que permiten rastrear el teléfono celular de tu hijo, y puedes saber no solo dónde está, sino qué tan rápido está conduciendo. Puedes verlo en tu propio celular y llamarlo:
—Oye cariño, veo que vas a 45 millas por hora en una zona de 35, ¿podrías reducir la velocidad?

*Nota*: aquella persona que esté interesada en el curso completo favor de mandarme un mail a [email protected]




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Isabel Orendain

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