Trabajo y compromiso turístico

Raúl Muñoz Del Cojo.
Raúl Muñoz Del Cojo.

Esta semana tuve la oportunidad de estar algunos días en el vecino estado de Aguascalientes donde el movimiento y economía de sus habitantes no deja de sorprenderme. Si bien la ocupación turística post pandemia no ha llegado a niveles que se tenían en el 2019, al menos reflejan ya una mejora en números donde su … Leer más

Esta semana tuve la oportunidad de estar algunos días en el vecino estado de Aguascalientes donde el movimiento y economía de sus habitantes no deja de sorprenderme. Si bien la ocupación turística post pandemia no ha llegado a niveles que se tenían en el 2019, al menos reflejan ya una mejora en números donde su feria que acaba de terminar marcó el comienzo de una nueva era.

Es muy confortable ver que nuestros vecinos ya están entrando nuevamente a la sinergia que brinda la llamada industria sin chimeneas. Me llamó la atención la queja de la mayoría de ellos en la cual comentaban el poco compromiso del factor humano con esta clase de servicios.

La gran mayoría de negocios que se pusieron para la Feria Nacional de San Marcos sufrieron del abandono de sus colaboradores cuando apenas llevaban algunos días de operación argumentando que el exceso de trabajo los hacía no regresar a sus empleos. Comento esto porque actualmente y a pesar de los esfuerzos de las ferias de empleo en las ciudades de Zacatecas y Fresnillo, no logramos hacernos de una plantilla de colaboradores comprometidos con el turismo. Es increíble que los egresados de las escuelas con carreras enfocadas al ramo no cuenten con la vocación y el compromiso necesario para laborar en este tipo de establecimientos.

Es curioso que cuando uno solicita personal, los pocos muchachos que se presentan aparte de exigir como si estuvieran altamente preparados piden previo a cualquier relación laboral un horario de trabajo que se acomode a sus horas de sueño y su descanso deberá de ser forzosamente en los fines de semana. Da risa ver en sus ojos la desilusión momentánea  que les causa saber que en los hoteles se trabaja 24/7 y que los turnos de trabajo se tienen que rolar.

Es también frustrante para los solicitantes encontrarse con un posible trabajo donde deberán estar laborando de noche, o con la obligación de venir un 10 de mayo, 16 de septiembre o 25 de diciembre. Desconozco a fondo la falta de ganas, lo que si le aseguro es que en nuestro Zacatecas cada vez es mas difícil encontrar a las personas indicadas para estos puestos, aunque no lo crea no contamos con el suficiente personal para este tipo de vacantes.

En el caso de las cocinas es la misma historia, hemos tenido en entrenamiento a chefs graduados que no tienen la menor idea de como freír un huevo; eso si y casi como requisito, no falta el tenedor y la cuchara representados por medio de un tatuaje en alguna parte de sus brazos. Lo peor llega después de haber pasado el calvario del filtro y se da después de la capacitación donde sin notificación alguna simplemente ya no llegan a trabajar.

Podría ser fácil culpar a las becas que da nuestro gobierno, escuelas o educación y valores brindados por sus padres. La realidad es que este problema se acrecienta  y actualmente se debe de ver como crítico para la supervivencia de los negocios turísticos en Zacatecas. Sin duda el reto es responsabilidad de todos.

Me gustaría comentar también con usted mi alegría al ver ya más formal la reactivación del turismo de romance en la bizarra capital. El fin de semana pasado acudí a una boda y el tráfico, las personas en el centro y los coches nupciales que vi cambiaron mi visión drásticamente, eso sí, para que esto siga es responsabilidad de todos cuidarlo con buenos precios, excelente servicio y una inmejorable disponibilidad para hacer sentir bien a todos.

Si es usted papá de un muchacho como los que menciono,  le sugiero de corazón comience a cambiar mentalidades ya que mientras vivan con usted no tendrán problema, pero imagínese si llegara a faltar.

Espero también que si esta columna llega a manos de alguna persona involucrada con escuelas o universidades, les comente a sus compañeros de trabajo que el turismo y la gastronomía deben de ser tomados con la seriedad que se merecen y no son ese tipo de carreras a las cuales puede entrar uno sin vocación.

Que tiempos aquellos de la Universidad Autónoma de Fresnillo la cual hizo a varias  generaciones de especialistas en la materia que aun trabajan en el ramo y están en las empresas turísticas mas importantes de México.

Finalmente comentarle que si algún familiar o hijo suyo se inclinan al ramo turístico, hágales saber que el compromiso y la vocación no se aprenden, se llevan con uno en el paso de la vida. Hasta la próxima.

 




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