

Foto: Cortesía.
Nueva regulación busca frenar fraudes en operaciones electrónicas.
CIUDAD DE MÉXICO.- A partir del 1 de enero de 2026, los bancos en México podrán bloquear o retener transferencias electrónicas realizadas desde aplicaciones móviles cuando los usuarios no activen el Monto Transaccional del Usuario (MTU), un mecanismo de seguridad que será obligatorio.
Esta disposición forma parte de una actualización regulatoria emitida por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 14 de junio de 2024.
Desde su publicación, las instituciones financieras han trabajado en la adecuación de sus plataformas digitales para monitorear y controlar el volumen de transferencias que cada cliente realiza, con el objetivo de reducir fraudes electrónicos y operaciones no reconocidas.
El MTU establece un límite mensual personalizado de transferencias electrónicas para cada usuario, el cual se determina con base en su historial de movimientos y comportamiento financiero. Cuando una operación rebasa ese monto, el banco podrá activar medidas preventivas.
Entre las acciones autorizadas se encuentran:
Las autoridades aclararon que no se trata de una restricción arbitraria, sino de un filtro de seguridad ante el incremento de fraudes digitales, especialmente aquellos que implican transferencias de alto monto sin autorización del titular.
El DOF especifica que las cuentas de nivel 1 y los productos vinculados a ellas no estarán obligados a activar el MTU. Estas cuentas están diseñadas para operaciones básicas, con límites mensuales preestablecidos, y suelen utilizarse para depósitos de bajo monto.
Para el resto de los usuarios, cada banco habilitó en su aplicación móvil un apartado específico para consultar o modificar el MTU.
Generalmente, el proceso incluye ingresar a la app, buscar la sección de seguridad o límites de transferencia, definir el monto deseado y confirmar la solicitud mediante token, código dinámico o biometría.
La CNBV subrayó que el MTU solo aplica a transferencias electrónicas desde apps bancarias y no afecta pagos en ventanilla, compras con tarjeta ni retiros en cajeros automáticos. De esta forma, el sistema busca proteger el dinero del usuario sin limitar el uso cotidiano de sus recursos.